La Dependent estrena una farsa sobre la crisis y la corrupción en ‘Bankabaret’

La compañía La Dependent estrena este jueves en el Teatro Talia de Valencia el espectáculo Bankabaret, una farsa en clave musical que invita al espectador a realizar "una reflexión divertida, aunque suene paradójico, sobre el trágico panorama actual" de crisis y corrupción.

Así lo ha explicado a Europa Press el creador de los textos del montaje --que estará en el cartel de la sala valenciana hasta el próximo 9 de junio--, Ximo Llorens, quien ha señalado que la función presenta un formato de cabaré para ofrecer al público de "una forma menos cruda" elementos de análisis sobre la precaria situación económica y los dramas personales a los que conduce.

"Usar un código de farsa y parodia para decir cosas serias y graves es algo que se ha hecho desde siempre, desde el teatro clásico", ha observado el autor.

Cómo hemos llegado hasta aquí, por qué se han permitido estos desmanes, quiénes son los culpables y, sobre todo, si se ha aprendido algo son las cuestiones de las que parte Bankabaret, un proyecto de creación colectiva que arranca de las preocupaciones de las persona y de la improvisación y que dirige Pep Cortés.

Se aborda así "la evolución social desde aquellos momentos en los que todo pintaba muy bien, había mucha alegría e inconsciencia, hasta el desastre actual". "Tenemos ganas de hacer reír a la gente pero siempre haciendo evidente el drama, nada cómico, que hay detrás", añade Llorens.

Los actores Joan Gadea, Rosanna Espinós, Pepa Miralles y Pep Sellés integran el elenco artístico de la pieza y dan vida a los numerosos personajes que pasan por el escenario, desde ricos banqueros que lucen llamativos trajes dorados hasta gentes "con mucho dinero y pocos escrúpulos".

Todo ello a modo de cabaré clásico, con bailes, canciones de Panchi Vivó, muchísimo humor "y una mala leche capaz de arrancar al público carcajadas con un regusto un tanto amargo", detallan los responsables de la compañía alcoyana.

La Dependent define esta función como "teatro armado para la denuncia, la agitación y la revolución pacífica", al tiempo que "divertido, alejado de espesuras doctrinarias, popular, directo y comprensible".

"Todo esto es Bankabaret, el espacio de la felicidad donde todo se puede comprar y ya veremos si también pagar", concluyen.