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Fabra rechaza revisar el accidente del metro que causó 43 muertes

El caso está “judicialmente cerrado” y “no hubo censura informativa”, alega el jefe del Consell La oposición dice que el PP “debe a las víctimas una investigación”

Alberto Fabra, este jueves, durante el debate en las Cortes Valencianas. Detrás, Juan Cotino, de quien la oposición pidió que dimita.
Alberto Fabra, este jueves, durante el debate en las Cortes Valencianas. Detrás, Juan Cotino, de quien la oposición pidió que dimita.Tania Castro

“Venimos a pedir justicia y reparación”, resumió la portavoz de Esquerra Unida, Marga Sanz, el propósito del debate sobre la actuación de la Generalitat ante el accidente del metro en el que murieron en Valencia 43 personas y 47 resultaron heridas en julio de 2006. Pero Alberto Fabra optó por atrincherarse en que se cerró en su momento la investigación judicial. “Está lo suficientemente cerrado judicialmente”, alegó el presidente de la Generalitat en las Cortes Valencianas, en una sesión de control sobre la que gravitó este jueves la multitudinaria manifestación de apoyo a las familias de las víctimas el pasado 3 de mayo.

“Usted debe a las víctimas una nueva comisión de investigación”, le retó el portavoz socialista, Antonio Torres, que indicó que, siete años después de la tragedia, “las heridas no han cicatrizado” porque la comisión de investigación que el PP cerró en tiempo récord en 2006 “fue una farsa” y porque se han conocido aspectos técnicos que se escondieron a la juez que instruyó el caso. Gracias al trabajo de periodistas de diversos medios de comunicación, entre los que citó a EL PAÍS, y a la constancia de las víctimas, que no han cejado en sus reivindicaciones, explicó Torres, se sabe que se manipuló el suceso. El portavoz socialista recordó que una consultora instruyó a los técnicos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) que comparecieron en la comisión de investigación para mantener una misma versión, en lo que calificó de “conspiración contra la verdad y la justicia”. El portavoz indicó que si el PP no reabre la comisión lo harán los socialistas “dentro de dos años”.

Precisamente en la calificación de “imprevisible” del descarrilamiento, tanto judicial como parlamentaria, y en la atribución del siniestro al exceso de velocidad se amparó Fabra, que añadió que por ese tramo “han pasado más de un millón de metros y no ha pasado nada” y atribuyó la confesión del exjefe de seguridad del metro, en el programa de Jordi Évole Salvados, de que fue aleccionado para ofrecer esa versión a un “cierto resentimiento” por haber sido despedido de FGV.

Los socialistas piden la dimisión de Juan Cotino por su actuación

“Nos avergonzamos”, dijo el socialista Torres, de las visitas que el entonces consejero y hoy presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, hizo a las víctimas “ofreciendo puestos de trabajo u otro tipo de prestaciones” a cambio de su silencio. Fabra replicó que el entonces alcalde socialista de Torrent hizo lo mismo y que elogió la actuación de las diversas administraciones. En la repregunta, el diputado Francesc Signes, del PSPV-PSOE, pidió directamente la dimisión de Cotino. “Yo le acuso de crueldad, sevicia e inhumanidad”, clamó emulando a Émile Zola en el caso Dreyfus. “Y hago extensiva la acusación a todos los miembros de este Consell”. La también socialista Carmen Ninet mantuvo el tono de dureza al recordar que al PP valenciano le resultó incómodo el accidente porque fue tres días antes de una visita del Papa en la que la trama Gürtel sacó tajada: “Mientras unos robaban el cepillo, otros apartaban la sotana del Santo Padre de las 43 víctimas”.

Fabra acusó a la oposición de “traspasar una línea roja muy peligrosa” con sus críticas por el accidente del metro. Pero Marga Sanz, la portavoz de Esquerra Unida del País Valencià (EUPV), le interpeló por las responsabilidades políticas y la manipulación informativa del accidente. Fabra replicó que “no hubo censura informativa” en Canal 9 y aseguró que la televisión valenciana dedicó 26 horas a la tragedia y “cambió la parrilla de la programación” para dar cobertura al suceso. Estas afirmaciones suscitaron vivas protestas desde los escaños de la oposición. Francisco Camps, que presidía entonces la Generalitat, estuvo ausente del hemiciclo.

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“Si la plaza se llena es porque algo sucede”, indicó Sanz al jefe del Consell, tras recordar que miles de ciudadanos acudieron a solidarizarse con los familiares de las víctimas el pasado día 3 y que ya son más de 103.000 las firmas que piden la reapertura de una comisión de investigación sobre el accidente. “Ahora sabemos muchas cosas”, añadió la dirigente de EUPV, en referencia a informes que no se aportaron a la instrucción judicial, a la concertación de una versión única de los técnicos y a otras cuestiones. “El velo se ha roto”, añadió.

EUPV pregunta qué pasaría hoy si un maquinista se pasara de velocidad

“Ustedes no creen en la justicia”, la ha acusó Fabra, que volvió a insistir en que el caso está cerrado judicialmente y preguntó a Sanz cuántas veces ha acudido a las concentraciones que cada día 3 celebran los familiares de las víctimas. Momento en que numerosos diputados de la oposición le preguntaron al presidente de la Generalitat cuándo ha acudido él a esas concentraciones. El diputado Ignacio Blanco, de EUPV, recordó que Canal 9 fue la última televisión en informar del accidente y que ha censurado a las víctimas hasta el extremo de que el comité de empresa de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) ha pedido disculpas por ello. “¿Cuándo pedirán perdón?”, preguntó.

El vicepresidente de la Generalitat, José Ciscar, insinuó que el comité de RTVV “podía haber actuado en aquel momento” y añadió que “si hay algún dato nuevo” la investigación judicial se puede reabrir. “No hay mejor comisión de investigación que los tribunales”, aseguró. “¿Si un maquinista pasara hoy a 80 kilómetros por hora en lugar de 40, como ocurrió entonces, volveríamos a tener muertos?”, preguntó la también diputada de EUPV Marina Albiol, sin obtener respuesta en un asunto clave como es la inexistencia de un sistema de frenado automático del convoy cuando el metro descarriló a la entrada de la estación de Jesús. La consejera de Infraestructuras, Isabel Bonig, leyó parte de la sentencia que cerró el caso y que señaló que no hubo “ningún fallo técnico”.

Cotino: “No hay cuestión de orden”

A. B., Valencia

La sesión de control acabó con protestas de Esquerra Unida porque el presidente de la Cámara, Juan Cotino, se negó a dar la palabra a su portavoz, Marga Sanz, que quería plantear una cuestión de orden, al considerar que el Consell no responde a las preguntas que se le formulan.

Cotino asistió sin pestañear a las críticas, con petición de dimisión incluida, que le dedicaron los socialistas por sus polémicas visitas a los familiares de las víctimas del metro. La pregunta de Compromís le dio un respiro, ya que estuvo dedicada a los impagos a la dependencia. El portavoz de la coalición, Enric Morera, que ya dedicó su intervención de la semana pasada a la tragedia del metro, exigió a Fabra que pague los retrasos y señaló que el reconocimiento de dependencia tarda 636 días frente a 262 días de media en España y seis meses que prevé la ley. Fabra acusó a Compromís de no priorizar el gasto social en los ayuntamientos que gobierna mientras lo exige a la Generalitat, señaló que la ley de dependencia no está suficientemente financiada y reiteró que siempre se pondrá al lado de las personas más vulnerables.

Marga Sanz, de EUPV, volvió al accidente del metro y Cotino se puso tenso otra vez. En las repreguntas, cuando la consejera Bonig eludió responder a Marina Albiol si hoy podría volver a descarrilar un metro por exceso de velocidad, los diputados de la coalición de izquierdas golpearon sobre los pupitres de sus escaños. Cuando el presidente de las Cortes daba por cerrado el debate, Sanz pidió la palabra. Cotino la ignoró. Los diputados de EUPV volvieron a protestar. Cotino preguntó: “¿Por qué pide la palabra?”. Sanz respondió: “Por una cuestión de orden”. “No hay cuestión de orden”, zanjó.

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