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Hasta otra, Copyright

El festival Creative Commons proyectará 25 cintas libres de derechos hasta el próximo domingo

Anna Pacheco
Fotograma de la película 'Manic pixie dream girl'.
Fotograma de la película 'Manic pixie dream girl'.

The Pirate Bay”,Manic Pixie Dream Girl” o “#15M: Excelente. Revulsivo. Importante”. Basta teclear estos títulos de películas en Youtube para poder ver la película completa. De forma legal, en buena calidad y lista para compartir. Algunas, incluso, te lo reclaman en los créditos: “¡Compártela con todos!”. Pero esto no es piratería. Son algunas de las 25 películas en cartel de la cuarta edición del Barcelona Creative Commons Film Festival (BccN) o, lo que es lo mismo, el festival que proyecta solo películas bajo licencia Creative Commons hasta el 12 de mayo en el Macba. Esta licencia –al contrario que el Copyright– proclama aquello de la libre difusión de contenidos, por lo que permite mayor libertad de uso y distribución según los derechos que el autor estipule. Entonces, ¿qué gracia tiene ir a un festival de películas que pueden verse de forma legal en Internet? “Queremos mantener el cine como acto social, comentar la película, charlar con los directores y saber los motivos por los que han decidido distribuirlas bajo esta licencia”, explicó el director del festival, Luís Román. Román recalcó que “el 70% de las películas programadas jamás han sido exhibidas en el marco de una sala”.

El festival de Creative Commons de Barcelona fue pionero en esta iniciativa, aunque no han tardado en surgir imitadores... de buena fe. Y es que la filosofía del festival es tan copiable que los mismos organizadores alientan a todo el mundo a exportar la idea. “Ponemos a disposición de todo el mundo las películas en alta resolución, los subtítulos, las condiciones técnicas, las grabaciones. Cualquier persona que quiera copiar el festival puede hacerlo siempre y cuando no se lucre con ello”, retacha Román. “Nuestro objetivo es que se vean las obras y cuanto más, mejor”. La propagación del BccN se ha extendido de tal manera que ya tiene 30 “hermanos copias” en países como México, Colombia, Chile o Polonia.

Este jueves se pasará el film sueco The Pirate Bay Away From Keyboard (2013), de Simon Klose. Este documental narra el juicio a los co-fundadores del portal de intercambio de archivos más grande del mundo (Pirate Bay) que se enfrentaron a una demanda de 13 millones de dólares por, presuntamente, dañar la industria de Hollywood. La película de cierre será la conmovedora #15M: Excelente. Revulsivo. Importante, de Stéphane M. Grueso, Pablo Soto y Patricia Horrillo, un proyecto colaborativo que muestra la piel más humana de la legendaria acampada en puerta del Sol aquel 15 de mayo de 2011. “A partir de este documental se ha alentado a otras ciudades a hacer réplicas que muestren su propia versión del #15M en Sevilla o Málaga”, explicó el programador del festival, Andreu Meixide.

Otro de los filmes protagonistas será la película Manic Pixie Dream Girl, presentada por su director Pablo Marqueda, y “que servirá para acercar al público la revolucionaria plataforma #LittleSecretFilm a la que ya se han sumado varios cineastas”, añadió Meixide. LittleSecretFilm es un modelo de producción cinematográfico que estrena películas online grabadas en 24 horas, además de estar sujetas a otros requisitos. La película que se podrá ver en el BccN (Manic Pixie Dream Girl) es un retrato tan fascinante como aterrador de la generación Youtube y la era de la interconexión protagonizado por la actriz Roció León. El pase de la película se acompañará con un taller de producción online abierto a todos los públicos impartido por los precursores de esta web y un taller de cine infantil.

“Creemos que la nueva realidad digital no acabará con el cine tradicional en salas”, apuntan los organizadores de este festival quienes mantienen aquello de que el cine tiene (y debe) que reformularse si quiere convivir con las nuevas tecnologías. “Cada vez más creadores se apuntan a las licencias Creative Commons. Esto no significa que sea un cine mejor o peor, pero lo que está claro es que el modelo cinematográfico va a cambiar en los próximos años para acabar integrándose con el mundo digital”. Además, los defensores de las Creative Commons dejan claro que “licencia libre” no es sinónimo de “gratuidad” y que también es posible explotar comercialmente una película que se ha hecho bajo este tipo de licencias. Ponen un ejemplo: “si se estrena una película mundialmente en Internet, pero luego una TV o una sala de cine se interesa por ella, el director puede fijar un precio por esa compra-venta”. El mensaje final está claro: dar visibilidad a obras y a autores que, de otra manera, tal vez nunca accederían al circuito comercial.

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