Preferentistas de A Coruña se encierran por turnos en el Ayuntamiento

Entre un termo y unas galletas, en un pequeño despacho de la planta baja del palacio municipal de A Coruña, transcurre el segundo día de encierro, diurno y por turnos, de afectados por participaciones preferentes o subordinadas comercializada por la antigua Caixa Galicia. En la comarca donde tenía su sede central la antigua entidad, hoy integrada en Novagalicia Banco, denuncian llevar desde noviembre “sin una sola llamada” para acudir a la vía de arbitraje organizada por la Xunta para que los perjudicados recuperen sus ahorros invertidos en estos productos financieros de riesgo. Y hartos de esperar, la plataforma coruñesa de afectados ha decidido imitar a sus homólogos del sur de Galicia e incrementar sus protestas con este encierro en el ayuntamiento.

Ocupan, por turnos, un despacho del grupo municipal socialista desde las nueve de la mañana hasta las 21 horas. Este encierro comenzó ayer, lunes, tras celebrarse el pleno municipal en el que se acordó por unanimidad retirar los honores y distinciones municipales al exdirector general de Caixa Galicia, José Luis Méndez. Pese a estar de acuerdo todos los grupos políticos, el debate fue bronco tras exhibir el portavoz del PP, que gobierna en A Coruña, una foto de gran tamaño en la que aparecía la representante socialista, Mar Barcón, con Méndez. Dos preferentistas, desde el palco del público, se levantaron y exhibieron sus camisetas amarillas. Fueron desalojados, mientras sus compañeros siguieron el resto de la sesión plenaria. A su término, comenzó el encierro en el local del grupo municipal del PSOE. “No descartamos quedar también por la noche”, advirtió esta mañana la portavoz de la plataforma de afectados de A Coruña, Ana Cedeira. Mientras, a las puertas de María Pita, se concentraron otro grupo de afectados con una pancarta que reza 'Queremos os nosos aforros'. Los preferentistas coruñeses destacan que en Baixo Miño un encierro similar les permitió desbloquear la vía de arbitraje y conseguir que se les llame para someterse a este sistema para recuperar su dinero. Decidieron turnarse dada la edad avanzada de muchos de los afectados. “Uno se va quemando y tampoco es cuestión de perder también la vida”, arguyeron.