Una bronca monumental suspende el pleno de Ferrol
Medio millar de vecinos desbordaron el consistorio mientras los ediles del PP se encerraban en una sala
Era un cóctel explosivo de protestas y reclamaciones que acabaron por reventar el pleno de la ciudad con la tasa de paro más alta de toda Galicia -casi 30%-, la que más población pierde y la que cierra más negocios en un casco histórico cada día un poco más despoblado y ruinoso.
Con este negro telón de fondo, la sesión ordinaria de fin de mes en el Ayuntamiento de Ferrol transmutó en una bronca monumental. Aunque los plenos en la ciudad nunca fueron tranquilos, ayer se desbordó antes de empezar y fue suspendido. El alcalde, José Manuel Rey, del PP, terminó encerrado en una sala contigua con sus 13 ediles -y Juan Fernández, de Independientes por Ferrol- mientras la oposición -PSOE (7), IU (2) y BNG (2)- esperaba sentada en sus bancos con el chaparrón vecinal por banda sonora.
Unas 500 personas colapsaron el salón de plenos con gritos y pancartas. Eran operarios de Navantia sin barcos que construir o trabajadores de auxiliares (Tecnymo) a los que han despedido. También ahorradores y jubilados afectados por las preferentes en las Rías Altas y una decena de empleados de FIMO -el recinto ferial- que llevan meses sin cobrar a pesar de que la corporación local tiene el 45% de las acciones de la feria. A la protesta se sumaron otros colectivos sociales que critican el trazado sur al puerto y activistas antidesahucios que arropan a las 116 familias sin recursos que esperan desde el 2010 que les adjudiquen uno de los pisos sociales vacíos que el municipio tiene en el barrio de Recimil.
“Mentirosos, culpables o sinvergüenzas” fueron algunos de los calificativos que les dedicaron a los concejales del Ejecutivo local, entre sonoros abucheos, para exigir una y otra vez que cumplan su palabra o dimitan. “Se levantaron y escaparon. Ni siquiera lo consultaron con los portavoces de la oposición”, lamentó un concejal. Alcaldía, en una nota, expresó a última hora de la tarde su “profundo pesar” por lo ocurrido en un pleno que no llegó a arrancar y que se disolvió sin incidentes. Consideran que la actitud “de una parte del público” coartó su libertad de expresión y los emplaza a intervenir de forma ordenada a través del reglamento municipal de Participación Ciudadana.
Para IU, la suspensión del pleno ejemplifica el “abandono” de las responsabilidades del alcalde. “No quiere escuchar la voz del pueblo y con el amparo de la mayoría absoluta les dan la espalda a los que confiaron en sus promesas incumplidas”, resume la formación. La nota menos bronca y más musical la pusieron un grupo de manifestantes que entonaron el 'Grândola, Vila morena' el día del 39 aniversario de la Revolución de los Claveles que llevó la democracia a Portugal.
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