Los empresarios de AVE prevén crear empleo este año

Las perspectivas económicas para este año se presentan mejores que el anterior. Al menos para las 98 compañías que integran la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), que prevén mayoritariamente crear empleo a lo largo de 2013, según anunció este lunes su presidente, el naviero Vicente Boluda. Mientras la economía valenciana sigue sufriendo los estragos de la crisis, las compañías del principal lobby empresarial valenciano siguen ganando peso y representan ya el 39% del PIB de la comunidad autónoma. Las empresas de AVE —que incluye a Mercadona— dan empleo a 142.000 personas, y en 2012 crearon 20.000 puestos de trabajo, explicó Boluda.

Y ello a pesar de que la misma encuesta interna a la que el presidente de AVE hizo referencia era más pesimista hace un año. Entonces, cerca del 26% de los empresarios asociados preveían despedir empleados. Ahora, ese porcentaje se ha reducido cerca de 10 puntos. En el otro extremo, hoy en torno a un 60% de los miembros de AVE confían en aumentar sus plantillas entre un 1% y un 10%. Y hay incluso un pequeño grupo (unos seis empresarios), que esperan incrementar el número de trabajadores más del 10%.

AVE celebraba su asamblea anual, a la que fue invitado el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. El jefe del Consell El jefe del Consell repasó algunos datos positivos (como el crecimiento de las exportaciones, un 12% en enero y febrero) y se mostró ante la prensa más contundente de lo habitual en su denuncia del sistema de financiación autonómico.

Un modelo que AVE lleva tiempo calificando de lesivo y discriminatorio para la Comunidad Valenciana. Fabra afirmó que la necesidad de cambiar el modelo para que la autonomía reciba más fondos del Estado es “una obviedad”. El problema, admitió, es “cómo podemos hacer conscientes al resto de España y sobre todo al Gobierno de la necesidad de un cambio”.

Y añadió: “Tenemos que insistir todos. Más allá de lo que pueda hacer la Administración o AVE. Es un llamamiento casi a toda la sociedad. Allá donde estemos tenemos que hacer ver que el sistema actual es injusto para la Comunidad Valenciana”.

Las declaraciones del presidente de la Generalitat pusieron de manifiesto la difícil situación en que se encuentra. Con una deuda y un déficit público casi sin parangón en España; una incapacidad (la recordó este lunes) para hacer frente con su presupuesto siquiera a los gastos de sanidad y educación, y una presión interna, sobre todo empresarial, cada vez mayor para mejorar la posición de la autonomía respecto de las demás, Fabra no puede culpar al Gobierno, como solía hacer su predecesor Francisco Camps, porque ahora son sus compañeros del PP quienes están en La Moncloa.

Y al mismo tiempo, ese compañerismo tampoco le ha servido para que el Ejecutivo atienda su petición de adelantar la revisión del modelo. A pesar, dijo ayer Fabra, de ser una de las pocas previsiones económicas que no ha sido readaptada ante la crudeza de la crisis.

Constatado todo ello, Fabra ha optado por centrarse en lograr algo más de margen en el objetivo de déficit, y en intentar ponerse a la cabeza de la reivindicación. El documento elaborado al respecto —el Consell lleva semanas insistiendo a todo tipo de colectivos para que lo firmen— ya ha sido rechazado, sin embargo, por partidos de la oposición y sindicatos. Y los propios empresarios lo han recibido con frialdad por ser demasiado suave.