El Estado no destina ni un euro a la biblioteca provincial de Barcelona
El ministerio culpa a la Generalitat y al Ayuntamiento
Entre todas la mataron y ella sola se murió. Ése parece ser el destino de la Biblioteca Provincial de Barcelona por el desencuentro de las tres administraciones involucradas; Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona. A este paso, el solar junto a la estación de Francia, donde estaba prevista, se convertirá en un bosque porque no hay fecha para el inicio de las obras. En los presupuestos generales del Estado de 2013, no hay consignado ni un euro. No hay partida. Y no la habrá porque el ministerio de Cultura ha decidido dejar en suspenso el proyecto. El por qué no está demasiado claro aunque el trasfondo real son los 40 millones de euros que debería invertir Cultura para que Barcelona tenga su Biblioteca Provincial.
José María Lasalle, secretario de Estado de Cultura, contestó el pasado martes a una pregunta del senador Carles Martí (PSC) que no se podría empezar la construcción hasta que no se aclarara qué ocurre con el aparcamiento planteado bajo el equipamiento. Pero también dijo que destinar 40 millones para una biblioteca “no parece factible en la actual coyuntura”.
“Es una excusa que ahora aprovecha también el gobierno de Xavier Trias para dejar la biblioteca en el aire, porque él nunca la defendió”, apuntaba ayer el senador socialista Carles Martí. El alcalde, cuando estaba en la oposición, era partidario de situar la biblioteca en el edificio semivacío del Banco de España en plaza de Cataluña.
El aparcamiento en cuestión fue planteado por el actual consistorio al inicio del mandato. “Se pensó que esa zona tiene un déficit de aparcamientos y que se podría construir bajo los cimientos de la biblioteca y así se expuso en el ministerio”, explicaban ayer portavoces del área municipal de cultura. De acuerdo con esa versión, el ayuntamiento pagó el estudio del nuevo proyecto al mismo despacho de arquitectura que ganó el concurso de la biblioteca: el estudio Nitidus Arquitectes. Y siguiendo con esa versión, también se realizó una propuesta de convenio al ministerio para poder construir el aparcamiento, en el que: “el ministerio es el titular del suelo, el Ayuntamiento afrontaba la inversión y la Generalitat era la administración que lo iba a gestionar después”. El Ayuntamiento cree que no hay ningún problema con el aparcamiento y que la biblioteca se puede construir. Es más, aseguran que las licencias para empezar a realizarla están en regla y si no se ejecutan es porque el ministerio no quiere. “No quiere pagar la biblioteca”, zanjan.
El equipamiento supone una inversión de 40 millones de euros
Sin embargo, Cultura responsabiliza de la parálisis del proyecto a la falta de acuerdo entre Generalitat y Ayuntamiento. “Todavía no han presentado el convenio del aparcamiento y es evidente que éste obliga a reformular el proyecto de la biblioteca y hasta que eso no se haga, las obras no pueden empezar”, explicaban ayer fuentes del ministerio. Las mismas que justificaron que por ese mismo razonamiento no se ha asignado partida alguna en los presupuestos de este año. De hecho, sí la hubo en el de 2012 —600.000 euros— para acondicionar el solar y derribar un edificio preexistente. Ni una cosa ni la otra se han realizado.
“Lo del aparcamiento es una excusa de todos para no cumplir lo acordado y poner palos a la rueda de la Biblioteca Provincial de Barcelona”, afirma Carles Martí que no ve en el alcalde Trias la voluntad de que el equipamiento se construya donde se pactó.
La biblioteca de Barcelona iba a realizarse en el Born, lo que se descartó tras el hallazgo de la Barcelona de 1714. En 2010, después de largas negociaciones y desencuentros entre las administraciones se optó por el solar junto a la estación de Francia que al Ministerio de Cultura le costó aceptar. El posterior hallazgo en el lugar —una porción alargada que discurre siguiendo la traza del paseo de la Circum.valacio— de restos de la fortificación exterior de la Ciudadela y otras servidumbres de vías ferroviarias contribuyó a dilatar todos los trámites. Pero en 2011, el Ministerio de Cultura convocó el concurso que ganó el estudio Nitidus Arquitectes. Desde entonces, la comisión de seguimiento de las biblotecas solo se ha reunido una vez, en 2011. Y así es muy difícil desencallar el proyecto.
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