Miles de personas apoyan en San Sebastián a los ocho condenados de Segi

Varios miles de personas (entre 7.000 y 8.000) se han manifestado esta tarde en San Sebastián en apoyo de los ocho militantes de la ilegalizada Segi cuyas condenas a seis años de cárcel por pertenencia a banda armada ratificó el lunes el Tribunal Supremo. En la marcha han participado los ocho condenados, quienes han repetido que va a "costar" encarcelarlos, aunque se emplee la fuerza.

La marcha, convocada formalmente por el movimiento Eleak, ha partido a las cinco de la tarde del Boulevard donostiarra bajo el lema Aske Gunea. Libre eta legala ("Lugar libre. Libre y legal"). El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, los dos principales cargos institucionales de la izquierda abertzale, y el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, se han colocado tras la pancarta que abría la marcha y que portaban los padres de los ocho jóvenes.

Garitano, Izagirre y Arraiz han acompañado a los sentenciados y al grupo de jóvenes que han estado junto a ellos con camisetas y globos naranjas, en una sentada al final de la manifestación, a la que también se han sumado otros dirigentes de Sortu, parlamentarios de EH Bildu y concejales donostiarras de la coalición.

Durante el recorrido por el centro de la ciudad se han coreado consignas a favor de los presos de ETA, de la amnistía y de la "juventud vasca" y lemas en euskera como "La lucha es el único camino", "Somos jóvenes, no terroristas" o "No nos parareis".

Tras recorrer las principales calles del centro de San Sebastián, el portavoz de Eleak, Txerra Bolinaga, ha asegurado que "a la violencia de los Estados [español y francés]" responderán "con resistencia civil pasiva" en defensa de sus "derechos". "También con desobediencia e, incluso, con insumisión si hace falta, porque la lucha continua y continuará hasta que se respeten todos los derechos de todas las personas de Euskal Herria", ha recalcado.

Uno de los condenados ha hablado por todos ellos, calificando a los manifestantes de "un ejemplo de dignidad". A renglón seguido ha sostenido que gracias a ellos va a costar encarcelarlos, "aunque vengan con las porras, con el ejército o con toda la fuerza".

La izquierda 'abertzale' y las principales instituciones que gobierna se han volcado en apoyo a los condenados

La izquierda abertzale bajo sus distintas siglas y las principales instituciones que gobierna —el Ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación de Gipuzkoa— se han volcado en los últimos días en apoyo de los condenados, respaldo ya mostrado en todas las protestas anteriores cuando estaba pendiente la resolución del Supremo.

La principal muestra de ese auxilio lo ha dado el consistorio. Desde el pasado martes y hasta el próximo 28 de abril, ha dado permiso a los ocho condenados y sus simpatizantes para que puedan ocupar un espacio público en el Boulevard donostiarra, en pleno centro y casi al lado del Ayuntamiento. A ello se suma la cesión de un lugar bajo el quiosco del Boulevard —uno de los puntos emblemáticos de la ciudad— en el que los concentrados guardan las carpas, sillas, pancartas y otros materiales que cada mañana despliegan en la zona.

Los militantes de Segi y la izquierda abertzale han querido convertir el lugar, al que han bautizado como Aske Gunea (“lugar libre” en euskera), en una suerte de remedo de las concentraciones del 15-M, con la realización de todo tipo de actos: comidas populares, conciertos, proyección de vídeos, talleres de serigrafía y circo,…

La autorización, sancionada por la edil Nora Galparsoro, en representación de Izagirre, fue concedida directamente a Oier Lorente, uno de los ocho condenados. El permiso recoge una serie de condiciones para el uso de ese espacio público, alguna de las cuales ya ha sido violada por los congregados. Por ejemplo, la autorización señala que "la actividad a desarrollar no podrá ser coercitiva, evitándose importunar a la ciudadanía".

Esta condición se vulneró cuando el centenar de personas concentradas el jueves insultó al portavoz municipal del PNV, Eneko Goia, cuando se dirigía a la casa consistorial, con epítetos como “fascista”, “hijo de puta” o “txakurra” (“perro”). Una de las manifestantes corrió incluso tras el edil para seguir increpándole.

"Entra en el ejercicio de la libre expresión en un momento de alta tensión, con ocho personas en riesgo más que evidente de ser encarcelados", sostuvo el portavoz de Sortu, Pernando Barrena, cuando anteayer visitó a los condenados. En ese lugar fue detenido el pasado miércoles por la Ertzaintza, Ekaitz de Ibero, uno de los siete absueltos por el Supremo, cuando participaba en la instalación de las carpas.

De Ibero fue arrestado por orden de la Audiencia Nacional para que cumpla una condena de cuatro años de cárcel por kale borroka. Los concentrados presentaron una "resistencia violenta", según la consejería de Seguridad, por lo que los agentes utilizaron sus porras. La carga se saldó con cinco ertzainas y tres manifestantes heridos y se ha convertido toda esta semana en argumento para que la izquierda abertzale arremeta con dureza contra el Gobierno vasco, el PNV y la Ertzaintza.

Varios baztokis (sedes sociales peneuvistas) han amanecido los últimos días con pintadas como “PNV español”, “Ordaindu ko duzue” ("Lo pagaréis") o “PNV lotu txakurrak” ("PNV, ata a los perros"). El Ayuntamiento donostiarra acusó incluso a los agentes de "causar un pánico injustificado en el centro de la ciudad". De Ibero, junto con otras 29 personas, incendió a primera hora de la tarde del 21 de diciembre de 2006 un autobús municipal a escasos metros de donde fue arrestado. En la zona, miles de ciudadanos festejaban Santo Tomás.

La oposición municipal ha pedido explicaciones a Izagirre por la cesión de un espacio público a los militantes de Segi y sus simpatizantes.