“Esto es un atraco, todo el mundo al suelo y a quien no lo haga lo mato”

Tres atracadores entran en una farmacia a las nueve de la noche con los rostros cubiertos y calcetines en las manos. "Esto es un atraco, todo el mundo al suelo y a quien no lo haga lo mato", gritan. Uno de los asaltantes intenta abrir la caja registradora pero no lo logra. El dueño le increpa y el ladrón acaba golpeándole. Uno de los clientes era Samuel Darío Rodríguez Ponce de León, un policía de la comisaría del distrito madrileño de Carabanchel fuera de servicio.

En un primer momento y dada la agresividad y las amenazas de los atracadores, el agente se tumba en el suelo siguiendo sus indicaciones. Instantes después, el policía nacional se abalanza sobre uno de los atracadores manteniendo un fuerte forcejeo y logra inmovilizarle en el suelo mientras que otro de los asaltantes le lanzaba objetos que había cogido de una estantería.

El agente acaba deteniendo a uno de los atracadores y los otros dos huyen pero son detenidos unas horas más tarde. Fue el 17 de marzo y dos de los tres asaltantes se encuentran ya en prisión provisional por un delito de robo con violencia, han informado fuentes jurídicas.