“¿Está el ‘lehendakari’? Que se ponga”

“¿Cuáles creéis que son las causas de que Irekia no funcione adecuadamente? ¿Por qué la gente no se implica? ¿Por qué no existe el debate?” Un usuario, registrado bajo el nombre de José, lanza la pregunta en la web de Irekia (www.irekia.euskadi.net). “Sabemos que no es fácil conseguir la implicación de la ciudadanía en las propuestas públicas, pero estamos trabajando en fomentar la participación en este sitio porque coincidimos contigo en que el proyecto es muy interesante”, le responde Luis Petrikorena, director de Gobierno Abierto del Ejecutivo.

 Precisamente eso, y otras muchas cosas más, es Irekia, un canal de comunicación entre los ciudadanos y la Administración, en el que se supone que se puede interpelar directamente al lehendakari Urkullu o a cualquier consejero. Se inspira en We The People, la herramienta que diseñó el equipo del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, bajo el lema “Your voice in our Government (“Tu voz en nuestro Gobierno”).

El Ejecutivo del PSE solo impulsó nueve propuestas y el actual, ninguna

Su homólogo vasco, estandarte de la política de transparencia, participación y colaboración que intentó impulsar el Gobierno de Patxi López durante la anterior legislatura, ha sido heredado por el Gabinete de Iñigo Urkullu, cuyo partido, el PNV, no escatimó en su día críticas al proyecto, pero que ahora ha asumido como propio con el reto principal de fomentar la participación.

“Irekia es una iniciativa novedosa que todavía tiene mucho camino por recorrer”, apunta Petrikorena a este periódico. “Necesita pasar su particular reválida, la que otorga la ciudadanía con su uso y las mejoras que aporte”, añade. El objetivo que se ha marcado el nuevo responsable de Gobierno Abierto es desarrollar una herramienta “más potente, más participativa y con más contenidos”.

El futuro inmediato de Irekia, con un presupuesto de unos 600.000 euros, aproximadamente la mitad que en 2012, y una plantilla de 10 personas, también la mitad que hace un año, pasa por un rediseño de la web, el segundo en tres años de vida, “para dar más relevancia a los temas a debatir y las propuestas del Gobierno”, según sus responsables. También por el impulso de colaboración entre agentes sociales, un camino iniciado por el anterior equipo y que se materializó en la creación del nodo vasco de goteo.org, una web de cofinanciación de proyectos, o Lan Irekia, una plataforma para el desarrollo de iniciativas ciudadanas.

La ciudadanía propone desde paliar los problemas de los agorafóbicos hasta aumentar la población de abejas

Irekia cuenta con unos 2.800 usuarios, de los que 2.300 están registrados y 960 son periodistas o bloggers. La web contabilizaba ayer 289 preguntas (259 contestadas) y 356 propuestas ciudadanas, frente a nueve ideas lanzadas por el Ejecutivo, todas de la pasada legislatura.

De las escasas propuestas del Gobierno, dos no generaron ningún tipo de actividad: cero comentarios, cero votos. Otras seis simplemente cosecharon entre uno y dos clicks de “estoy a favor”, y solo una, el anteproyecto de Ley de Transparencia y Buen Gobierno, despertó un interés mayor: 67 comentarios y 17 votos.

Las iniciativas populares oscilan entre la solicitud de la puesta en marcha de un “protocolo de tratamiento sanitario integral para las personas aquejadas de agorafobia para que puedan recibir atención sanitaria especializada a domicilio”, la última registrada, al impulso de un proyecto de cooperación de generación y consumo de energías renovables, la idea de desarrollar catas de productos vascos en el extranjero para fomentar el turismo o una propuesta para incrementar la población de abejas.

El recorrido de estas iniciativas, como reconoce Petrikorena, depende de su contenido y naturaleza. Abundan las preguntas sobre trámites, requisitos o plazos, quejas en general y también las hay de mayor contenido político. Algunas “han sido objeto de estudio por la profundidad o el planteamiento”, apunta el director de Gobierno Abierto, y hasta la fecha, solo una se ha puesto en marcha, la de emplear la capacidad de los ordenadores de la red KZ-Gune para investigación.