Alfombra roja hasta Charleroi
El Uxue Bilbao se clasifica para la primera final continental de su historia tras derrotar a un débil Budivelnik. La cita por la Eurocup, el 13 de abril en la ciudad belga ante el Lokomotiv
El partido fue un paseo y la tarde una fiesta. El Uxue Bilbao se clasificó sin apuros y con honores para la primera final continental de su historia tras vencer con contundencia a un enclenque Budivelnik, que llegaba tocado y acabó hundido.
Miribilla se vistió de gala para impulsar de nuevo a su equipo. Con el traje de los días grandes y el Gangnam Style como banda sonora, la caldera de Ibaiondo creó el ecosistema propicio para derretir al equipo ucraniano antes incluso del salto inicial. 10.000 parroquianos entregados en cuerpo y alma al equipo que les ha puesto en el mapa de la canasta con talento y compromiso. 22 puntos de ventaja (75-53) retrataron la infinita superioridad local.
Los de Katsikaris partían con una renta de 10 puntos del partido de ida en Kiev (83-93), pero descartaron la especulación. La efervescente puesta en escena fue un ambicioso catálogo de intensidad, velocidad y puntería. Dos triples de Hervelle, uno más de Mumbrú y el imponente dominio de Hamilton en la zona, permitieron al Uxue Bilbao dar el primer estirón en el marcador (20-9, m. 9).
La estadística respaldaba al conjunto vizcaíno, que en Europa había ganado 25 de sus 31 partidos en su feudo y nunca había perdido en casa por una diferencia como la que necesita el Budivelnik. La derrota más abultada fue por seis puntos (46-52) en el Bizkaia Arena ante el Nymburk checo. Pero no hizo falta hacer cuentas. Apenas hubo batalla.
A contrapié desde el primer minuto, el conjunto ucraniano se agarró a los puntos de Lyons y Anisimov para firmar un parcial de 0-8 que les permitió capear el temporal. Pero apenas fue un espejismo. Las pérdidas de balón, la inferioridad en el rebote y los pobres porcentajes de tiro lastraron la reacción de los visitantes y dejaron vía libre a los hombres de negro. No hubo rastro de Malcom Delaney. En la ida, el escolta estadounidense completó una actuación espectacular con 38 puntos anotados y una valoración global de 48 que marcó un nuevo récord en la Eurocup, pero en Bilbao fue una sombra con tan solo cinco puntos.
Uxue Bilbao, 75 - BC Budivelnik Kiev, 53
Uxue Bilbao: Zisis (7), Vasileiadis (10), Mumbrú (13), Hervelle (8) y Hamilton (13) —quinteto inicial—; Raúl López, Pilepic (10), Grimau (4), Moerman, Samb (10) y Sergio Sánchez.
BC Budivelnik Kiev: Tsintsadze, Delaney (5), Drozdov (12), Lyons (20) y Anisimov (8) —quinteto inicial—; Herasymchuk, Gorbenko (6), Iegorov (2), Krivtsov y Anikiienko.
Parciales: 20-14, 17-9, 16-19 y 22-11.
Árbitros: Christos Christodoulou (GRE), Marcin Kowalski (POL) y Roberto Chiari (ITA). Sin eliminados.
Partido de vuelta de semifinales de la Eurocopa. 10.006 espectadores en un Bilbao Arena abarrotado.
En cuanto Vasileiadis, Pilepic y Samb se sumaron a la causa, el rodillo local se volvió incontenible. Zisis marcaba el ritmo y la diferencia crecía sin problemas para el Uxue Bilbao. En la frontera del descanso, el partido se convirtió en un recital para los de Katsikaris.
La endeble resistencia del Budivelnik restó emoción y épica a la clasificación, pero refrendó el potencial de un equipo con un arraigado poso competitivo. Brillaron en lo estadístico Alex Mumbrú (13 puntos y 17 de valoración) y Lamont Hamilton (13 y 16), junto con Axel Hervelle (8 y 11) claves en el arranque del choque que descompuso al rival. También tuvieron sus momentos dos poco habituales, Fran Pilepic y Mamadou Samb, con 10 puntos cada uno. Del Budivelnik apenas quedó más noticia que la pelea de Leo Lyons (20 puntos).
La facilidad con la que el Uxue Bilbao conseguió su objetivo no desmerece el logro. Un hito que consigue al tercer intento y después de dos tremendas decepciones en Turín y Vitoria en 2008 y 2009.
En una meritoria secuencia, el Uxue Bilbao sigue escribiendo a lo grande su joven leyenda europea. La pasada temporada, los hombres de negro se estrenaron con descaro en el máximo torneo continental. Maravillaron inicialmente con un triunfo en Miribilla frente al Caja Laboral que les permitió colarse in extremis en el Top 16.
Se vistieron más tarde de escuadra rocosa, con carácter, potente y desinhibida, para tumbar primero al Montepaschi Siena —con aquella memorable canasta de Raúl López sobre la bocina— y después al Madrid —con un histórico zarandeo (93-69)— en la ronda de los elegidos. Y, por último, se despidieron con un notable playoff de cuartos ante el todopoderoso CSKA de Moscú. Se marcharon Jackson, Mavroeidis o D'or Fisher, pero permaneció el poso competitivo que este curso les ha catapultado hasta la primera final continental en los 13 años de vida del club vasco.
La cita, el 13 de abril en Charleroi. La ciudad belga es talismán para Raúl López, Mumbrú y Hervelle, pues allí ganaron la Copa ULEB con el Madrid en 2007. Los tres conocen el camino para abrir un nuevo capítulo en la enciclopedia del Bilbao. Le espera el Lokomotiv Kuban, que eliminó al Valencia en semifinales.
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