Las estafas electrónicas desplazan a los timos tradicionales entre las denuncias
Aumento progresivo de los delitos a través de las nuevas tecnologías en el País Vasco
Los timos tradicionales como la estampita o el tocomocho casi han desaparecido en la actualidad en Euskadi, dado que los aproximadamente doscientos casos denunciados el pasado año ante la Ertzaintza suponen apenas el 6% del total de estafas y engaños investigsdos.
Según ha indicado el Departamento vasco de Seguridad, la labor divulgativa de la Ertzaintza, especialmente entre la gente de edad avanzada, y la propia evolución de las tecnologías, con un aumento progresivo de las estafas a través de redes informáticas, han supuesto la regresión del timador tradicional, cuya edad también ha aumentado. La Ertzaintza lanzó varios avisos y llamadas de alerta en 2012 para prevenir a la ciudadanía de la actuación de timadores o estafadores, algunos de los cuales siguen empleando métodos de antaño para intentar engañar a las víctimas en la calle o en sus domicilios. Además, en diversas actuaciones detuvo o imputó a un total de 29 personas por diversos timos o estafas de este estilo.
Engaños como la estampita, el tocomocho o el falso billete de lotería premiado todavía perviven, aunque de manera bastante residual. Para estos casos la tipología de la víctima indica que el 73% son mujeres y un 43,3% mayores de 60 años. Otros timos "clásicos", como el de billetes tintados, casi ha desaparecido, con un único caso denunciado, en el cual se identificó a los autores.
El año 2012 se denunciaron algunos casos en Bilbao y Vitoria. La Ertzaintza envió un comunicado a la población, sobre todo a personas de la tercera edad, para que estuvieran alerta. Las investigaciones realizadas llevaron a la identificación de 5 personas como autoras de hechos de este tipo.
La Policía vasca ha alertado mediante comunicados a personas de edad avanzada
Varios timos que tuvieron lugar en la capital alavesa tuvieron un modus operandi similar: una persona era abordada en la calle por una joven que parecía presentar alguna minusvalía psíquica, que mostraba a la denunciante un sobre con una considerable cantidad de billetes que supuestamente se había encontrado, sacando alguno de ellos con intención de romperlo. Al poco se acercaban a ellas un varón y una mujer de unos 60 años (los ganchos o cómplices), proponiendo a la víctima entregarle a la joven entre los tres cierta cantidad de dinero a cambio de la suma que ésta portaba.
Tras ser convencida por éstos de lo ventajoso de la operación la denunciante acudía a una entidad bancaria y extraía varios miles de euros que junto con sus joyas entregaba a la joven. Posteriormente al regresar a su casa con el sobre que le habían dado y que supuestamente contenía una suma de dinero muy superior a la desembolsada por ella, se percataba de que contenía recortes de periódico.
EL "TOCOMOCHO"
En otro episodio similar, también en Vitoria, una anciana entregó a unos estafadores en la calle un total de 5.000 euros, recibiendo también a cambio un envoltorio lleno de recortes de periódicos. Unos días antes, otra vecina de la ciudad había sido víctima del timo del "tocomocho", entregando a los dos varones autores de la estafa 1.000 euros y numerosas joyas a cambio supuestamente de un billete de lotería premiado. Por último, en enero fue registrado otro timo de idénticas características y en este caso lo que la víctima entregó a cambio del décimo que creía premiado fueron joyas.
También se ha detectado la venta a domicilio de diversos productos "terapéuticos" o de enciclopedias, que en muchas ocasiones no corresponden a las propiedades que se le atribuyen, o es una venta abusiva a personas que no precisan del producto. Un 60% de las denuncias de estos timos también corresponde a personas mayores de 70 años. En este caso se identificaron dos empresas y ocho personas.
Otras estafas con menor presencia corresponden al ofrecimiento de realización de una gestión legal o contrato de trabajo, previo cobro, que en ningún caso llega a realizarse, y que en todos los casos tenía como víctima a varones, con una distribución homogénea en todos los tramos de edades. Fue identificada una empresa e imputadas seis personas.
Otros tres timos detectados se corresponden con: la solicitud de préstamos a particulares, alegando haber perdido la cartera, desapareciendo a continuación; comunicación de haber sido agraciado con un falso premio, cuya entrega supone el pago de los gastos de transporte; o la falsa inserción de publicidad del negocio del denunciante en revistas inexistentes.