Encierro “indefinido” en General Electric Power Controls
Los 135 trabajadores protestan por la falta de alternativas de la empresa, que anunció el cierre de la planta en febrero
Los 135 trabajadores de General Electric Power Controls se han encerrado este viernes por la tarde en la planta de la compañía en Sant Vicenc de Castellet para protestar contra la falta de voluntad negociadora de la multinacional, que el 14 de febrero anunció su decisión de cerrar la factoría catalana. La plantilla ha manifestado su intención de seguir encerrados dentro de la planta "de forma indefinida" hasta que la compañía negocie sobre el plan industrial y social de la fábrica catalana.
Los representantes de la dirección de General Electric, según fuentes del comité de empresa, no ha aportado ninguna propuesta para facilitar la reindustrialización de la planta, y este viernes ha dado por cerrada la negociación con los trabajadores. Empresa y sindicatos habían mantenido una nueva reunión negociadora en la que la dirección ha ofrecido a los trabajadores una indemnización de 45 días por año trabajado, con un tope de 42 mensualidades. Los sindicatos han rechazado la propuesta y la dirección les ha emplazado a la reunión convocada por el Govern el próximo lunes.
María López, secretaria general de CCOO en GE Power Controls, ha asegurado que en los últimos cierres que General Electric ha llevado a cabo en España ha planteado indemnizaciones mucho mayores para los trabajadores, por lo que ha calificado esta última oferta de inaceptable.
López, que ha participado en la negociación de 28 expedientes de General Electric, ha recordado que en Getafe, por ejemplo, la multinacional indemnizó a la plantilla con 58 días por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades, más una paga extra de mil euros por año trabajado.
Es por ello que los trabajadores de Sant Vicen de Castellet exigen una indemnización de entre 60 y 65 días por año trabajado, una cifra que a día de hoy está muy lejos de la planteada por la compañía.
La multinacional norteamericana prevé cerrar la planta de Power Controls de Sant Vicende Castellet durante la primera mitad del año 2014, lo que dejaría en la calle a sus 135 trabajadores. Los sindicatos consideran que el cierre de la fábrica no responde a una cuestión económica, sino que es "un capricho, una deslocalización pura y dura", ya que General Electric trasladará su producción a Polonia. Ante la actitud "intransigente" de la dirección, los trabajadores han decidido encerrarse en las instalaciones de forma indefinida, para presionar así a la compañía para que retome la negociación.
El período de consultas para negociar este ERE de extinción finaliza el próximo jueves, día 21, y si no hay acuerdo, los sindicatos llevarán el expediente a los tribunales.
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