Seis de cada diez vascos han perdido poder adquisitivo durante el último año

El 61 % de la ciudadanía vasca ha visto disminuido su poder adquisitivo en el último año, sólo el 35 por ciento considera que lo ha mantenido y el 4 % lo ha visto aumentado, según los datos del último Sociómetro vasco publicado por el Gobierno vasco. El sociómetro, realizado por el Gabinete de Prospección Sociológica sobre Expectativas sobre el nuevo Gobierno vasco, recoge la opinión de 2.201 entrevistados entre los días 31 de enero y 7 de febrero de 2013.

El 33 % de los vascos afirma que la razón principal por la que su poder adquisitivo ha disminuido ha sido por la pérdida del empleo, un 29 % por el incremento de los precios, un 21 % por la congelación, estancamiento o disminución de su salario, y un 12 % por la subida de los impuestos. Un 35 % de los encuestados reconoce tener problemas para llegar a fin de mes, frente a un 59 % que asegura no sufrir este problema.

En el ámbito político, los vascos creen que la disolución y entrega de armas por parte de ETA sería el hecho más favorecedor para la paz y la convivencia en Euskadi, seguido del reconocimiento de "todas las víctimas" y de la necesidad de "un proceso de diálogo liderado por el Gobierno vasco con todas las fuerzas políticas y sociales".

El sondeo apunta a que la mayoría de la sociedad vasca cree que la disolución y entrega de las armas por parte de ETA es la cuestión más importante a la hora de favorecer la paz y la convivencia. En el grado de importancia del 1 al 10, obtiene un 8.

Todos los políticos siguen teniendo una puntuación por debajo del aprobado

Después, los vascos creen que también colaborará a la pacificación y normalización el reconocimiento de todas las víctimas (7,5), un proceso de diálogo liderado por el Gobierno vasco con todas las fuerzas políticas y sociales (7,4), el reconocimiento del derechos a decidir del pueblo vasco (7,1) y la petición de perdón de ETA a las víctimas (6,9).

Otros temas que creen que favorecerían esta situación serían el acercamiento de los presos de ETA a las cárceles del País Vasco (6,2), la transferencia de política penitenciaria (6,1) y la reinserción de los reclusos de la banda (6,1).

A su vez, la ciduadanía vasca cree que un mayor grado de autogobierno favorecería la economía vasca (46%) y la convivencia en Euskadi (41%).  Respecto al estatuto de Gernika, un 30% afirma que estaría satisfecho con él si se completase, un 29% está satisfecho tal y como está ahora y el 14% rechaza cualquier Estatuto por insuficiente. Eso sí, seis de cada diez vascos desearían ser preguntados en un referéndum sobre cuestiones relativas al autogobierno.

En la evaluación del actual Gobierno vasco, el lehendakari Iñigo Urkullu cuenta con la confianza de la soceidad; de hecho, el 54% de la población le asigna 5 o más puntos. Con una valoración de 5,1 supera a Laura Mintegi con 4,7, a Patxi López con 3,9, a Antonio Basagoiti, con 2,7 y a Gorka Maneiro, con 2,4. Urkullu tiene un 5,4 en capacidad de diálogo, un 5 en honestidad, mientras queda en 4,9 en cuestión de liderazgo y un 4,8 en confianza y eficacia. Todos los líderes vascos se sitúan por debajo del aprobado desde 2008.

A su vez, la confianza es de 5 en el Gobierno vasco del PNV y supone un aumento del 31% con el nuevo equipo, frente a un 11% que afirma que ha disminuido. Las valoraciones sobre distintas capacidades de este Ejecutivo rondan el aprobado con suspensos en la explicación de sus decisiones, en eficacia y en capacaidad para gestionar la crisis.