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Socavones que unen

Alcaldes pedáneos denuncian la peligrosidad de la carretera Jerez-La Barca y exigen la reanudación de las obras, paralizadas en 2010 Cerca de 30.000 habitantes sufren a diario el pésimo estado de la vía

Un grupo de regidores frente a la entrada de La Barca de la Florida (Jerez).
Un grupo de regidores frente a la entrada de La Barca de la Florida (Jerez).AITANA

No es usual que alcaldes de distinto signo político hagan frente común por una misma causa, pero la carretera no entiende de siglas a la hora de cobrarse víctimas. Un municipio, seis pedanías, y dos barriadas rurales sufren desde hace más de tres años el abandono de la A-2003, una vía que da servicio a 30.000 habitantes de Jerez. Los regidores exigen a la Junta que reanude las obras de un trazado con socavones, desniveles en la calzada de hasta cinco metros y curvas cerradas sin quitamiedos por la que los ciudadanos transitan a diario para acceder a servicios básicos, industrias y explotaciones agrarias.

Este 2013 ha vuelto a condenar a un vacío presupuestario a la Jerez-La Barca de la Florida, calzada que debía estar desdoblada desde 2010. La Junta adjudicó en 2008 la ampliación de la A-2003 y los trabajos comenzaron en diciembre de ese mismo ejercicio, pero la actividad duró poco. A finales de 2009 el proyecto sufrió el primer parón y, desde el último trimestre de 2010, no entra una máquina.

Los alcaldes pedáneos de PP, PSOE, PA y varios independientes exigen la reanudación “inmediata” de las obras en una vía que ahora es “más peligrosa” que cuando se decidió arreglar. “Hay desniveles de varios metros de altura, socavones, curvas muy estrechas y accidentes frontales constantes. Da miedo circular”, relata Miguel Morales, alcalde socialista de El Torno. “Que mi partido haga un esfuerzo porque esta carretera se va a llevar personas”, protesta Morales. A su lado, Alejandro López, regidor de La Barca (PP), recuerda los diez accidentes registrados en los dos últimos años, el más reciente, hace solo unos días. “Ha dejado a un chaval 15 días en la UCI”, afirma. “Hay barrancos de hasta tres metros de altura sin quitamiedos”, espeta el dirigente barqueño. La Administración admite la peligrosidad de la carretera Jerez-La Barca y los alcaldes describen esas amenazas: “Los mismos vecinos tapan los socavones con mezcla de arena y chinos”, relata Paco Candelero, alcalde independiente de Cuartillo.

El proyecto redactado por la Consejería de Fomento contempla duplicar la anchura de la calzada, que ahora se limita a seis metros. “Si te topas con un camión, hay que parar; si se encuentran un camión y un autobús, se llevan los espejos por delante”, apostilla Candelero.

Calendario de actuaciones

  • Los alcaldes de pedanías y barriadas rurales de Jerez programan nuevas movilizaciones contra la paralización de la carretera Jerez-La Barca ante la nula perspectiva de reanudación de los trabajos.
  • La consejera de Fomento, Elena Cortés, ha anunciado que la constructora ha solicitado la resolución del contrato y ha avanzado que hay que resolver el expediente y licitar de nuevo el proyecto. Los alcaldes calculan que el proceso puede llevar años, por lo que avisan de que radicalizarán las protestas.
  • Los regidores promoverán protestas frente al Parlamento andaluz y la Delegación de la Junta en Cádiz, además de cortes en la carretera, recogida de firmas y concentraciones vecinales.

¿Para qué empezó la obra si no había dinero? Pregunta Manuel Bertolet, alcalde independiente de Torrecera. “Miles de ciudadanos van a diario en coche particular o en transporte público a Jerez a trabajar, estudiar o al médico con desniveles en la calzada de tres, cuatro y cinco metros, con resaltos, hoyos y sin arcén”. “Yo pido sensatez y prioridad”, recalca Bertolet. “Antes te salías de la vía y subías por terreno, ahora, con los desniveles de los tramos de obra, si te sales, vuelcas”, añade Blas Moreno, dirigente andalucista de Estella. “En La Guareña lo que más tememos es por los 40 niños que se desplazan a diario al instituto de La Barca. Es un sinvivir”, añade el regidor Idelfonso Roldán (PP).

Aunque en 2010 se achacó el parón del proyecto a “las inclemencias del tiempo”, la falta de financiación ha resultado ser la causa real de la paralización.

¿Cuándo se reanudarán los trabajos? Sigue siendo una incógnita. El delegado de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, anunció el 16 de octubre de 2012 que el desdoble sería “una realidad” este año al considerarse está vía de “máxima prioridad”. Sin embargo, este último plazo tampoco se cumplirá. La consejera de Fomento, Elena Cortés, ha anunciado esta semana en el Parlamento que la UTE que ejecuta el desdoble (FCC-Sercon Portuense) ha solicitado la resolución del contrato por falta de financiación. Esto obliga a replantear las fechas, toda vez que habrá que resolver con la actual contrata y, finiquitado el proceso, adjudicar los trabajos a una nueva empresa. Para compensar esta nueva demora, Cortés avanza que habrá labores de conservación en la vía hasta que avance el proyecto, pero no concreta ni qué trabajos se harán ni cuándo.

La obra prevista en la A-2003 era ambiciosa. Corría 2007 cuando se proyectaba una actuación que contemplaba una plataforma con dos carriles de 3,50 metros, dos arcenes de 1,50 metros y bermas de 0,50 metros. Se le sumaba un carril-bici de dos metros bidireccional, caminos de servicio para el acceso de vehículos agrícolas, vías para la entrada en viviendas y diseminados, además de dos intersecciones con carriles de aceleración que conectarían con tres carreteras provinciales. Se completaba la infraestructura con seis pasos inferiores y otro superior. “¡Que se dejen de carril-bici y arreglen los socavones que destrozan las ruedas!”, clama uno de los alcaldes independientes.

El estancamiento del desarrollo económico de la comarca es otro de los aspectos que preocupa a los regidores. Esta zona rural de Jerez concentra viñedos, trigales, campos de girasol, varias graveras y polígonos industriales. La A-2003 también da acceso a tradicionales ventas y al parque periurbano de Las Aguilillas, lugar de ocio al que acuden centenares de jerezanos a pasar una jornada de campo o buscar setas en temporada. Tras más de cuatro años de obras, en La Barca, Torrecera, Cuartillos, Estella del Marqués, La Guareña, San Isidro, Majarromaque o El Torno ya sufren una menor afluencia de público. “Mucha gente deja de venir por el estado de la carretera”, resume el munícipe barqueño.

En estos años se ha creado una plataforma ciudadana por la reactivación de la Jerez-La Barca. La paralización de los trabajos ha motivado iniciativas de distintos partidos políticos en Ayuntamientos, Diputación y Parlamento andaluz. Las protestas se han sucedido. Hasta una marcha cicloturista ha reivindicado la reanudación de unas obras tan prometidas como olvidadas.

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