Trias rectifica y da vía libre al nuevo edificio de la escuela Massana
El ayuntamiento prevé que la reforma de la plaza de la Gardunya esté en 2015
La nueva escuela Massana se construirá en la plaza de la Gardunya. “Nos quedamos” decía con una sonrisa de oreja a oreja la directora del centro, Gemma Amat. Y no es para menos ya que la proyectada nueva escuela ha estado en el limbo después de que el Ayuntamiento de Barcelona decidiese, en la primavera pasada, echar el freno de la reforma de la plaza de la Gardunya y acabar solo el aparcamiento. Quedaba en el aire la escuela Massana y la construcción de unas viviendas en el lado norte y se optaba por una urbanización “provisional”. Entonces el consistorio adujo razones presupuestarias para aparcar el proyecto de la escuela y el resto de la plaza.
Desde hace un tiempo, sin embargo, las cosas han cambiado por completo. El edil de Hàbitat Urbano, Antoni Vives; el de Cultura, Jaume Ciurana y el propio alcalde, Xavier Trias, han estado de visita en la escuela Massana. Los tres vieron las apreturas y la falta de idoneidad del espacio que ocupa el centro repartido en varias edificaciones del conjunto del antiguo hospital de la Santa Creu desde que este dejó de serlo, en 1929.
1.400 alumnos, cuatro planes de estudio y, sobre todo, los planes de impartir un grado. “El espacio que ocupamos no reúne las mínimas condiciones y tenemos serios problemas de infraestructura”, explicaba Amat a este periódico. La marcha de la Massana, además, es esperada como agua de mayo por la Biblioteca de Cataluña que podrá crecer en el espacio que deje.
El proyecto del nuevo edificio de la Massana —y del resto del conjunto de la plaza de la Gardunya— es del estudio de Carme Pinós, que se llevó un chasco importante cuando el año pasado fue informada de que se urbanizaría provisionalmente la plaza “más de cara a las personas” y que lo aprobado en 2009 quedaba en suspenso. Una decisión en la que tuvo que ver bastante Vicente Guallart, arquitecto jefe del Ayuntamiento barcelonés. Pinós declinó el martes dar detalles de cómo se ejecutará la nueva escuela, calendarios y marco financiero. El consistorio solo confirmó que 2015 es la fecha con la que se trabaja.
Otras fuentes conocedoras del proyecto, sin embargo, señalan que se está revisando el edificio proyectado para intentar “racionalizar”. Es decir, reducir coste. Según el proyecto inicial, la nueva escuela debería tener 10.000 metros cuadrados distribuidos en una planta subterránea —que ya está construida a la vez que se hizo la estructura del aparcamiento en el lado sur de la plaza— planta baja y cuatro pisos. También siguiendo aquella propuesta, el edificio se enfronta al teatro Romea en la calle de Hospital y gira hacia el centro de la plaza.
En todos los proyectos el coste es importante pero en el caso de la Massana más, si cabe, ya que hoy por hoy no tiene partida dentro del plan de inversión municipal (PIM) para este mandato. En esas circunstancias, y ante la ausencia de presupuestos municipales para este año, cabe suponer que las inversiones que requiera deberán ser acordadas por el gobierno de Trias con el apoyo de alguno de los grupos de la oposición. La directora de la Massana, que nunca tiró la toalla en su lucha para no salir del Raval, está convencida de que el acuerdo llegará: “no creo que nadie pueda estar en contra”. Es más, está convencida de que la Massana del siglo XXI será realidad en 2015.
La apuesta del centro de enseñanza por el Raval está clara. El martes presentaron dos pequeños talleres —uno de textil y otro de grabados en dos locales municipales— del proyecto Off Massana en el que trabajarán 8 alumnos que han finalizado los estudios. Pequeños locales con cristales que dejan ver lo que pasa dentro, toda una novedad en la calle d'en Robador.
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