Manifiesto de intelectuales a favor de las Humanidades

“Las Humanidades necesitan una discriminación positiva”, por lo que hay que buscar “fórmulas inteligentes que hagan presentes las Humanidades en los currículos de las carreras técnicas”, pero también hacerlos bien visibles en los itinerarios de la educación Secundaria, donde “los escritores clásicos, griegos y latinos, y los grandes relatos de la Biblia, han de ser referentes culturales”. Estas son algunas de las propuestas que recoge el manifiesto Unes humanitats amb futur, promovido por personalidades del mundo de la cultura catalana bajo el mantel del Institut d’Estudis Catalans (IEC), cuyo presidente, Salvador Giner, encabeza la firma del escrito, junto al decano de la Facultad de Teología de Catalunya, Armand Puig.

“Se trata de que la sociedad civil tome conciencia de que las lagunas funcionales y personales en Humanidades debilitan el patrimonio cultural y deterioran el diálogo de nuestra cultura con las otras culturas del mundo. También nos gustaría que las autoridades políticas y educativas supieran nuestra opinión”, reza el preámbulo del documento, al que pretenden que se adhieran personalidades de todos los ámbitos. Una decena de intelectuales de calado son los promotores del mismo: Rafael Argullol, Agustí Borrell, Victòria Camps, Lluís Font, David Jou, Jordi Llovet, Xavier Morlans, Perico Pastor, Ramon Pla, Francesc Torralba y Mariàngela Vilallonga.

Ética en precario

El texto, en cinco puntos iniciales, constata que la preocupación por el fomento hoy de la ciencia, la tecnología y las nuevas formas de comunicación en un contexto de “predominio de la lógica del mercado capitalista” se han traducido claramente en “una disminución en la atención a las Humanidades”. En opinión de los firmantes, esa caída ha comportado “el empobrecimiento del pensamiento, la precariedad del discurso ético y la pérdida de cohesión de nuestra civilización”. Por ello piden “salir de manera urgente del analfabetismo funcional y simbólico, que deja grandes vacíos en el sistema de referencias personales y colectivas, y permite sumisiones y manipulaciones. Es necesaria una recuperación del símbolo”, concluyen.

Esta caída ha comportado “el empobrecimiento del pensamiento, la precariedad del discurso ético y la pérdida de cohesión de nuestra civilización”

El texto lanza también propuestas, encaminadas a buscar en los estudios actuales un equilibrio entre las disciplinas técnicas y las Humanidades. “No se pueden confinar las Humanidades a las carreras de letras”, reza el manifiesto. El documento está abierto a nuevas adhesiones, que se centralizan en el IEC, hasta el 31 de marzo.