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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

“Y no me llevo nada”

Los socialistas hacen bien en ir a clases de recuperación.La cosa se ha puesto en un plan que es necesario insistir y mucho en los conceptos básicos

Hay veces, de pura obviedad, que es muy difícil estar en desacuerdo con Griñán. Ocurrió el pasado miércoles, cuando el presidente de la Junta reunió al grupo del PSOE en el Parlamento andaluz para explicarle el ma, me, mi, mo, mu de la política. Son tiempos difíciles para los partidos y es bueno que, de vez en cuando, un líder haga ejercicios para afianzar conocimientos con sus compañeros de partido. Como pueden comprobar, parto de la premisa de que el discurso de Griñán a sus diputados fue un repaso a la lección y no un descubrimiento, ya que, de tratarse de lo segundo, sería realmente preocupante. “Tenemos que estar persuadidos para tomar medidas de transparencia que afecten a los partidos y a su financiación”, advirtió a los suyos el presidente andaluz. Para luego reclamar que los políticos tengan sueldos “dignos, públicos y transparentes, para que no haya los llamados sobresueldos”.

 La segunda lección fue a la política lo que la tabla de multiplicar del uno a las matemáticas. O sea, una aseveración tan complicada como entender que uno por uno es igual a uno. El presidente de la Junta mostró su preocupación por el hecho de que la crisis económica haya derivado en una crisis política, ya que: “Hay que entender que la desconfianza hacia la política es hacia los políticos”. Para añadir a continuación: “La política no puede ser una lucha por el poder, por el ‘quítate tú para ponerme yo’ ya que entonces los ciudadanos mirarán para otro lado”. En este repaso a las cosas que aparecen en la tapa del libro, Griñán advirtió a los diputados socialistas: “No es momento de debates orgánicos, que es lo que menos interesa a la población”, emplazándolos a reunirse con los distintos sectores para “llevar propuestas y escucharles”.

Solemnizar lo obvio es un ejercicio muy sano siempre que uno tengo la certeza de que dibujar en un papel las letras del abecedario no es escribir un libro. No quiero ser injusto con estos ejercicios de recuperación que realizó Griñán con sus diputados, ya que uno de los grandes problemas que tiene la clase política en España es que ha olvidado las cuatro reglas esenciales para tener un cargo público en democracia: afán de servicio público, honradez, decencia y un billete de vuelta, a poder ser con la fecha cerrada desde el principio. A mí, personalmente, me parece muy interesante que en política volvamos de nuevo al capítulo primero y se recupere la ortografía democrática y el valor exacto de las palabras.

Los socialistas hacen bien en ir a clases de recuperación. A las horas de permanencia, como se le llamaba hace muchos años en el colegio. La cosa se ha puesto en un plan que es necesario insistir, y mucho, en los conceptos básicos. El otro día, en Portugal, en la reunión de la Internacional Socialista, los líderes europeos recibieron una buena lección de ideología por parte de una dirigente de las Juventudes Socialistas. En sus palabras no había novedad alguna, sino un recuerdo de todo lo que habían olvidado la mayoría de los que estaban allí. La tabla de multiplicar del uno y el a, e, i, o, u del socialismo.

Haría bien Rajoy en emular a Griñán y al PSOE. En el PP hacen falta también clases de recuperación. Y hay que empezar desde el principio. Por la A de amnistía fiscal, por la B de Bárcenas, por la C de corrupción y así hasta el final del abecedario. Hay que repasar conceptos y el significado de cada cosa, que últimamente se despistan mucho con las interpretaciones. Y, luego, están las matemáticas. Esas que establecen que dos más dos son cuatro, y no me llevo nada. Es muy importante esto último, ¡que no te llevas nada! De hecho, tal y como están las cosas, uno de los castigos que habría que ponerle a la clase política sería el de escribir cien veces en la pizarra: “Y no me llevo nada, y no me llevo nada…”.

@jmatencia

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