El mundo del arte cabe en una calle de Lavapiés
En 1995 llegó Helga de Alvear. Vinieron más y ahora, con Fúcares y Moisés Pérez de Albéniz, Doctor Fourquet es ya epicentro de las galerías.
Hay un lugar en Lavapiés que tiene mucho arte, y al que cada vez le sale más. La calle del Doctor Fourquet, ligeramente empinada y no muy ancha, que atraviesa el barrio por uno de sus extremos, hace tiempo que alberga galerías de arte. Pero en los últimos tiempos vive un particular acelerón, con la apertura (o reapertura) de tres galerías el pasado mes de septiembre a las que ahora se suma la inauguración de dos espacios nuevos de galeristas veteranos. Hoy unen esfuerzos y comienzan juntos la nueva etapa, dando la bienvenida a los nuevos vecinos. Las galerías de la calle, que ya suman nueve y se arrejuntan a las espaldas del Museo Reina Sofía, gigante del arte contemporáneo, presentan hoy al unísono, de 11.00 a 15.00, sus nuevas exposiciones. Doctor Fourquet se ha convertido en un centro neurálgico del arte madrileño.
¿Qué tendrá esta calle, qué tendrá? Es curioso cómo muchas galerías de otras ciudades han elegido estas estrechas aceras para montar su embajada madrileña y cómo otras que tenían sede en diferentes lugares de Madrid han acabado recalando al calor de este jaleo. "Este fenómeno no es premeditado, pero es una respuesta natural al momento en el que vivimos", opina la galerista Eva Ruiz. "Este es un periodo de resistencia que requiere sinergias. Unir marcas individuales con un perfil ligeramente diferente, pero que quieren tener voz aquí y fuera. Es lógico unirse". Los galeristas de la calle tratan ahora de coordinar horarios de apertura e inauguraciones y crear mapas de la zona; la disposición física de las salas permite al visitante recorrerlas con facilidad, dando un paseo que cosquillea en los sentidos. Hay que señalar que al otro lado de la calle de Atocha, en el barrio de las letras, existe otro pequeño núcleo de galerías como son Raquel Ponce, Leandro Navarro o The Goma, entre otras. "Es un desplazamiento lógico desde otras zonas como, por ejemplo, el barrio de Salamanca, pues aquí los precios de los locales son más bajos y la zona está menos explotada", señala Ruiz.
La cercanía del Reina Sofía es una gran ventaja para estas salas: "Tiene sentido que las galerías estén cerca del museo, cuya actividad, además, ha remontado mucho en los últimos años. Queremos ser partícipes de eso", explica Joaquín García, de Galería García. "La idea es que compartamos público, aunque no todos los que van al museo compran arte, pero deberíamos formar parte del mismo circuito. Y que el artista que esté exponiendo aquí llegue algún día a estar en la colección del Reina. Y también que la gente que conoce de una manera más histórica el arte contemporáneo vaya a ver qué es lo que se está haciendo en este momento".
He aquí una breve cronología del fenómeno: la cosa empezó al ralentí, en 1995, con la apertura de la galería Helga de Alvear, todo un referente en el galerismo y el coleccionismo español. Tuvieron que pasar cinco años para que, en 2000, se instalara Espacio Mínimo. Siete años después Maisterravalbuena abrió en el número 1, del que más tarde, como veremos, se trasladarían sin salir de la calle. En 2011, Casa Sin Fin, obra de los mismos artífices que la editorial Periférica, de Cáceres, aterrizó en el número 11. Desde entonces llegaron los barceloneses Nogueras Blanchard, Eva Ruiz Galería (que venía de un local anterior) y se estrenó García Galería. Además, Maisterravalbuena se cambió de acera: al número 6. Y aquí tambiénn estaba Gao Magee, la galería de Gao Ping, el empresario chino supuestamente vinculado a la Operación Emperador.
Hoy en las galerías de Doctor Fourquet
- Nogueras Blanchard: Wilfredo Prieto.
- Eva Ruiz: R. Munárriz.
- Maisterravalbuena: Karmelo Bermejo.
- García Galería: Rasmus Nilausen.
- Espacio Mínimo: Philip Jones.
- Fúcares: S. Saiz Ruiz.
- Casa Sin Fin: colectiva.
- Helga de Alvear: S. Sierra y J. Galindo.
- Moisés Pérez de Albéniz: Pellu Irazu.
Como la calle, en pendiente, se ve cortada a la mitad por una plazuela en la confluencia con la calle de Argumosa, algunos bromean llamando a los tramos Villaarriba y Villaabajo. En Villaabajo comienzan hoy su andadura los nuevos, que curiosamente son ambos veteranos: Fúcares y Moisés Pérez de Albéniz, proveniente de Pamplona. "Después de 26 años con la galería en Madrid", dice Norberto Dotor, de Fúcares, "nos apetecía mudarnos. Aquí la escena está empezando a ser muy dinámica y hay espíritu de colaboración. El debate en este momento, entre nosotros y con los artistas, es absolutamente necesario, sobre todo en vistas de cómo se está tratando a la cultura en este país. La subida del IVA es un escándalo. Los galeristas españoles necesitamos tener artistas españoles y también traer artistas de fuera para contextualizar, y las diferencias en los impuestos con el extranjero hacen que nuestra situación sea completamente desventajosa".
¿Quién compra arte hoy en día? Los galeristas coinciden en que tienen perfiles diversos, pero que son pocos, por la coyuntura económica pero también por la falta de tradición de coleccionismo en este país. "Estamos aguantando hasta que lleguen tiempos mejores", dice Rebeca Blanchard, de Nogueras Blanchard, "y creo que se puede afirmar categóricamente que no existe ninguna tradición de coleccionismo".
Este creciente bulevar artístico se une a otros referentes culturales de la ciudad presentes en la zona, como el citado Reina Sofía, La Casa Encendida, el Teatro Circo Price, la Filmoteca Nacional, la salas teatrales Triángulo y Centro de Nuevos Creadores, o el centro social autogestionado La Tabacalera, haciendo cada vez más denso el tejido cultural lavapiesero, un barrio por lo demás bastante animado, cuyas ofertas de ocio son los múltiples bares, los conciertos, los ubicuos restaurantes indios y los kebabs.
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