Danzando sobre la pasarela
Ángel Corella cierra el 080 con un homenaje al diseñador Andrés Sardá
Salió a escena con la camisa arremangada y las manos en los bolsillos. Lucía una amplia sonrisa. Ángel Corella bailó ayer a media tarde por y para las modelos vestidas de Andrés Sardá en la pasarela 080.
Solo ocho mujeres con prendas y transparencias elegidas cuidadosamente para rendir homenaje al modista que creó su propia empresa en Barcelona en 1962, centrada en la fabricación de prendas íntimas femeninas. El trabajo de Sardá, ahora retirado, lo siguen sus hijos y recogió el premio una emocionada Núria Sardá. “Empezamos en Barcelona y después Madrid nos acogió muy bien. Siempre pensamos que lo ideal es hacer verano aquí e invierno allí, pero es complicado entrar en el calendario internacional como para encima dividirte más”, explicó ayer la diseñadora.
El homenaje a Sardá fue uno de los platos fuertes de esta semana de moda, que cerró ayer sus puertas en el recién estrenado edificio DHUB. En julio los desfiles se trasladarán al recinto modernista del hospital de Sant Pau. Pero la fórmula para promocionar la moda, ideada por la Generalitat, seguirá siendo la misma: un cóctel entre las marcas más comerciales con otros diseñadores independientes. Pocas caras nuevas en esta XIX edición que finaliza. Y pocas sorpresas en el premio a la mejor colección. Miriam Ponsa se llevó el Roca Village 080 Barcelona Fashion dotado con 20.000 euros. “No nos lo esperábamos”. La voz de Ponsa sonó muy sincera. Es la segunda vez en cuatro años que se lleva este premio. Y lo ha hecho con una colección inspirada en la trashumancia, trabajando las texturas y usando técnicas artesanales.
A Ponsa, con dos tiendas propias en Manresa y Barcelona, la crisis que azota a todos los sectores le ha servido para replantearse la producción de su negocio. “Hacemos tiradas más cortas y con variedad de producto. Queremos ser más ágiles”, explicó.
El cartel del 080 ha dejado a un lado el espíritu emergente que tuvo en sus inicios. Miquel Rodríguez, gerente del Consorcio de Comercio Artesanía y Moda de Cataluña y responsable del 080, considera que la función de cantera queda cubierta por el MODAFAD, que por primera vez se ha incorporado al 080 y ayer cerró la semana con un desfile de autores emergentes. “Estamos empezando a conseguir que el 080 sea realmente un punto de encuentro para el sector”, reivindicó Rodríguez. “Hay mucho más sector de lo que pensamos. Hay que tener en cuenta que el sector ha pasado una larga travesía del desierto”. Ponsa sabe lo difícil que es moverse entre dificultades y lanza un consejo a los que empiezan: “Encontrar la identidad creativa y seguirla hasta el final”.
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