El Parlament reabrirá los trabajos para las leyes de transparencia y electoral

Los últimos casos de corrupción han obligado a reaccionar a los partidos políticos. En especial a Convergència i Unió, por ser la formación de Gobierno y por protagonizar varios casos: el caso Palau, el caso Pallerols, y el caso Clotilde,que implica al exalcalde de Lloret y diputado autonómico por la formación Xavier Crespo. La federación reaccionó solicitando ayer la reapertura de dos ponencias parlamentarias (las comisiones que redactan leyes) para tirar adelante una ley de transparencia y otra electoral.

Los trabajos de las comisiones decayeron por el adelanto electoral, por lo que CiU pide al resto de grupos reabrir las ponencias en el punto en el que quedaron. Esquerra ya ha dado el sí a la federación nacionalista, por lo que la propuesta seguirá adelante. La Junta de Portavoces debe decidir cuándo arrancan estas ponencias. El resto de formaciones no había respondido ayer a la propuesta de CiU, pero todos habían reclamado en los últimos días reabrir estas ponencias.

Los partidos avanzaron en la redacción de la ley de transparencia la pasada legislatura. El borrador del texto obligaba a todos los cargos públicos a hacer público su sueldo y dedicación, y al Gobierno a establecer mecanismos para que la ciudadanía pueda tener un acceso más fácil a la administración. En la ley se incorporaron los consorcios de salud, en el punto de mira por los últimos casos, como los contratos que beneficiaron presuntamente al empresario Ramon Bagó o los sueldos opacos que supuestamente cobró Crespo. Las sanciones por incumplir la ley, según concretó RAC1, pueden ir desde la destitución del cargo hasta la inhabilitación de entre uno y cinco años.

En paralelo, se desarrollará la ley electoral, escollo en el que los partidos han encallado durante 32 años. Cataluña, pese a tener competencias, es la única comunidad autónoma sin ley electoral propia. Los partidos han logrado ponerse de acuerdo anteriormente en cuestiones como la financiación y el funcionamiento de las campañas, la configuración de las listas, el gasto publicitario y la junta electoral. Pero encallan en el sistema electoral. CiU se resiste a un sistema más proporcional, que da más representación a los núcleos más poblados. Para desencallar esta situación, la federación nacionalista plantea regular el sistema de elección por separado, para así poder concretar en una ley las cuestiones en las que hay consenso.

El líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, urgió ayer a los partidos a ponerse de acuerdo para avanzar en la ley electoral. El democristiano pidió un sistema mixto, en el que los diputados tuvieran que responder frente al elector y no a los partidos, como pasa con las listas cerradas. “Si en lugar de un sistema electoral de listas cerradas tuviéramos otro que propiciara que los candidatos dedicaran más tiempo a cultivar la confianza de los electores y no la del partido, no habría multas y la gente recuperaría la confianza en la política”, dijo Duran en un apunte en su blog. En la última propuesta de ley electoral redactada por la Generalitat, el Gobierno catalán sugirió que cada distrito electoral eligiera, independientemente de las listas, un diputado.