Los alcaldes catalanes reivindican la cultura como motor económico
La Fundación Romea reúne a Trias, Ros, Puigdemont y Ballesteros en Barcelona
¿Qué es la cultura para cada una de las capitales de provincia catalanas, y qué hacen sus respectivas Administraciones para promoverla? Sobre esta cuestión debatieron ayer los alcaldes de Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona convocados por la Fundación Romea en el teatro homónimo. Y tras un diálogo de una hora larga, los políticos estuvieron de acuerdo en un punto: los Ayuntamientos, actualmente ahogados por los presupuestos, han de invertir en cultura como estrategia para generar riqueza a la larga.
“El 70-75% de los turistas que vinieron a Tarragona en 2012 buscaban oferta cultural, sobretodo vinculada al patrimonio monumental e histórico”, defendió el alcalde de la capital tarragonense, Josep Fèlix Ballesteros. Su homólogo en Girona, Carles Puigdemont, coincidió con él al identificar la cultura como generadora de riqueza, puntualizando que “no hay que confundir este concepto con la mercantilización de la cultura”. “Mi definición de la cultura cabe en un tweet: es lo que hace que las ciudades no sean simples urbanizaciones”, remató.
El paer de Lleida, Àngel Ros, mencionó además el papel activo ejercido por la sociedad civil catalana en la construcción de una identidad cultural propia. “En los países que coinciden con un Estado, estas estructuras culturales tienen origen en el propio Estado. No es el caso de Cataluña”, remarcó, “aquí fueron la burguesía y los movimientos sindicalistas y populares los que suplieron el papel de las Administraciones”.
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, criticó duramente tanto la gestión de la Generalitat com la del Estado español. “Medidas como la subida del 21% del IVA son un desastre sin sentido”, arremetió. Trias lamentó también la falta de crédito proveniente de las dos Administraciones: “la situación es una absoluta locura. Y es un escándalo que solo el Museo Reina Sofía reciba más subvenciones que todos los equipamientos culturales de Barcelona juntos”. El alcalde barcelonés insinuó además que “el Estado no aporta lo que ha de aportar y no tiene sentido que siga en según qué patronatos”.
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