Currás se aferra al cargo tras declarar en la Pokémon
El regidor y su jefe de gabinete continúan imputados pero celebran salir del juzgado sin medidas cautelares
El alcalde de Santiago, el popular Ángel Currás, se aferra a la alcaldía pese a seguir imputado por tráfico de influencias en el juzgado de Lugo que instruye el sumario de la Operación Pokemon, una supuesta trama corrupta de adjudicaciones irregulares en varios ayuntamientos de Galicia en la que ya aparecen imputadas cerca de 30 personas, incluidos los regidores de Ourense, Lugo y Boqueixón. Tras declarar casi hora y media ante la juez Pilar de Lara, Currás negó ayer ante los periodistas que se haya planteado la dimisión y se mostró “realmente satisfecho de haber colaborado con la juez en todo lo que ha preguntado”. Escoltado por su abogada y su jefa de prensa, el alcalde celebró salir del juzgado sin medidas cautelares tras haber “aclarado suficientemente la situación” gracias a una “colaboración y transparencia total” con la justicia. Eludió entrar en detalles sobre el contenido de su declaración que, como el resto del caso, se encuentra bajo secreto, pero aprovechó para insistir en su inocencia: “Ya manifesté en su día que consideraba que no había hecho nada irregular, ni nada que sea delictivo. Y por tanto tenía la conciencia muy tranquila y la sigo teniendo”.
Antes que él había prestado declaración su jefe de gabinete, Francisco Castro, también imputado, quien admitió que la mayoría de las preguntas versaron sobre la polémica adjudicación de la guardería municipal de Salgueiriños al grupo Vendex, en el epicentro de la trama. Castro defendió ante los medios que la magistrada mantiene una acusación “genérica” de tráfico de influencias a miembros del gobierno local compostelano sin que se pueda “individualizar la culpa”. También aseguró que la juez De Lara no le ha impuesto medidas cautelares.
Entretanto, el PP esperará a conocer el contenido de la declaración como imputado de Currás para decidir si toma medidas. “En función de lo que declare, actuaremos”, dijo el presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien se limitó a pedir a su compañero de partido que declarase “con serenidad y diciendo la verdad”. Feijóo fue más tibio que hace unos días, cuando expresó su confianza en que Ángel Currás superase el trance de su declaración “sin mayores problemas”.
Las declaraciones judiciales del alcalde y de su jefe de gabinete han agitado las divisiones en el grupo municipal del PP. El diario La Voz de Galicia publicó que el Ayuntamiento manipuló un informe para descargar toda la responsabilidad de los hechos investigados en la edil Rebeca Domínguez, también imputada.
Feijóo no ha desmentido las divisiones en el ejecutivo local, aunque se ha limitado a señalar que a él no le “corresponde” opinar sobre el asunto y que lo único que le preocupa es que el gobierno de la capital de Galicia “está funcionando y está gobernando”. Por su parte, Castro zanjaba el tema de la supuesta falsificación diciendo que eso era “algo” que “sale en la prensa” y que no había sido “el motivo” de su declaración ante Pilar de Lara.
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