Puentes rotos para Feijóo

Nada de qué hablar. Si el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el PP pensaban combatir su soledad parlamentaria y la frontal oposición que anuncian tanto la Alternativa Galega de Esquerdas de Xosé Manuel Beiras, como el BNG, apoyándose en los socialistas para tratar de labrar los grandes acuerdos, ya pueden perder toda esperanza. El PSdeG no tiene intención de entrar a las ocho pactos que Feijóo expuso en el debate de investidura porque considera que su oferta es tramposa, sin contenido y con el único ánimo de buscar la foto y de repartir los costes de la crisis. Fuentes próximas al secretario general, Pachi Vázquez, anuncian que su partido se va a oponer también a abordar la reducción del número de diputados, por mucho que el PP anuncie ahora que pretende acometer el recorte de escaños sin primar el peso de los votos de Ourense y Lugo, donde elección tras elección los poppulares recaban más apoyos.

“No vamos a jugar al desprestigio de la política que le interesa a la derecha”, dice un estrecho colaborador del secretario general socialista citando a Vázquez, quien sin embargo no se opone a reducir el sueldo a los diputados si de lo que se trata es de ahorrar.

El pacto más urgente que reclaman los socialistas es el plan de empleo juvenil con dotación presupuestaria y objetivos concretos que llevan reclamando desde mediados de la pasada legislatura. Y mientras no tengan noticias de él ni de la subida de impuestos que reclaman para las rentas más altas aseguran que no tienen nada que acordar con el PP. Por más que el portavoz parlamentario del Partido Popular de Galicia, Pedro Puy, volviese a tender la mano el pasado lunes a la oposición y especialmente a los socialistas para afrontar juntos retos como la financiación autonómica o la negociación de los fondos europeos, el PSOE exige rectificar la política económica de la Xunta. La desconfianza entre el Gobierno y el principal partido de la oposición viene de lejos.

Desde la campaña electoral de 2009 que devolvió al PP a la Xunta el clima entre ambos partidos es muy tenso y durante la legislatura pasada los pactos de calado que sellaron se cuentan con los dedos de una mano. Y para colmo, uno de los más significativos, la reforma de la ley de medios públicos que sí acordaron socialistas y nacionalistas en el mandato pasado a espaldas del BNG ha entrado en vía muerta. Fue el diputado socialista José Luís Méndez Romeu quien puso de manifiesto los “reiterados incumplimientos” del Gobierno de Feijóo en la reforma de la televisión y la radio autonómicas.

Dicha ley que entró en vigor el 17 de diciembre de 2011 contemplaba la elección del director general de la Compañía Radio Televisión de Galicia y los miembros del Consejo de Administración en un plazo de seis meses. Y daba también un año de margen para el traspaso de activos y pasivos desde la empresa pública a la futura corporación.

Nada de eso está hecho, ni siquiera el mandato marco que debía estar remitido al Parlamento en el mes de mayo con los objetivos generales del servicio público, la programación informativa, los contenidos estratégicos y sobre todo el presupuesto y el plan de financiación. Fuentes socialistas aseguran que el pasado junio el portavoz del PP en el Parlamento entregó al PSdeG un borrador del mandato marco que no detallaba ni el presupuesto ni el modo de financiación de los medios públicos.

Aunque Feijóo insiste en que está dispuesto a consensuar el nombramiento del futuro director general de la nueva corporación con el PSdeG, los socialistas sostienen que los antecedentes no invitan al optimismo y piden a la Xunta, a la Compañía Radio Televisión de Galicia y al Partido Popular que empiecen por respetar las normas aprobadas en el Parlamento. En el entorno de Pachi Vázquez cundió la idea cuando la Cámara aprobó la ley hace más de un año de que para las elecciones autonómicas previstas inicialmente en 2013 ya habría unos medios públicos independientes del poder político y apartidistas.

El adelanto electoral de Feijóo dio al traste con aquel acuerdo tácito que a juzgar por el ritmo de las reformas en CRTVG tampoco se hubiera cumplico si los comicios se hubieran celebrado cuando tocaba, en marzo de 2013. La situación interna del PSdeG tampoco invita a vislumbrar grandes consensos en la Cámara a corto plazo: Pachi Vázquez ha repetido que no tiene intención de perpetuarse y un sector del partido le reclama un congreso que elija a una nueva dirección.

Será el resultado de ese cónclave fijado inicialmente en primavera pero que podría posponerse hasta final de año y la salida de Pachi Vázquez de la secretaría general del PSdeG el que determine la relación de los socialistas con el Gobierno durante el resto de la legislatura.