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Menús que sortean la crisis

Hoteles y restaurantes de lujo suben precios mientras la mayoría del sector los reduce ante la caída de reservas

Jessica Mouzo
Menú navideño en el escaparate de un restaurante de Barcelona.
Menú navideño en el escaparate de un restaurante de Barcelona.Gianluca Batista

Barcelona espera despedir 2012 tal y como lo recibió: apurando los céntimos en festejos más económicos para pelear contra la crisis que persigue a los bolsillos. Este año, hasta algunos restaurantes y hoteles exclusivos de la capital catalana han querido apretarse los cinturones para atraer más clientes. Aunque la buena intención se quede en el nombre, el hotel Torre Catalunya ha propuesto un menú anticrisis para fin de año. En una carta que supera los 100 euros por comensal, los cocineros del establecimiento han desafiado a las dificultades económicas tirando de imaginación e inspirando cada plato de la cena en un objeto de la buena suerte para atraer la fortuna en 2013. Por ejemplo, una mística estrella fugaz a partir de una vieira a la plancha con puré de boniato, mermelada de pimiento rojo y huevas de trucha.

El Gremio de Restauración de Barcelona augura un descenso del 5% en las celebraciones navideñas en los establecimientos de hostelería. La asociación achaca el descenso de las reservas a “la subida del IVA y la retirada de la paga extraordinaria a los empleados públicos” de las causas que harán caer las reservas este año. El gremio ha calculado, además, que los precios de los menús elegidos también se rebajarán respecto a 2011 para atraer más clientela y “porque las empresas, por ejemplo, han reducido notablemente su presupuesto para este tipo de gastos”.

Restaurante del hotel Neri, en Barcelona.
Restaurante del hotel Neri, en Barcelona.Albert García

El hotel Rey Juan Carlos ha querido diversificar más su clientela y, además de la tradicional cena de gala de fin de año en el exclusivo salón Marenostrum —a 270 euros el cubierto—, la organización ha preparado una fiesta temática de los años ochenta donde, por 150 euros, los clientes tienen asegurada la cena, la sesión musical y la barra libre en la sobremesa.

El hotel Rey Juan Carlos ha aprovechado la popularidad del día de Sant Esteve para rebajar el precio del almuerzo del 26 de diciembre con respecto al brunch que se sirven en otros festivos. “A nivel de ocupación, la semana de Navidad se presenta tranquila porque la gente no acostumbra a viajar mucho y tenemos, sobre todo, familias de Barcelona. Pero en la semana de fin de año esperamos estar completos”, ha asegurado el director del establecimiento, Roberto Torregrossa.

Sin embargo, la mayoría de las cocinas de los hoteles de referencia de Barcelona han preparado sus fiestas para fin de año y sus menús navideños ajenas a los datos que maneja el Gremio de Restauración. Los comedores del hotel Arts Barcelona, capitaneados por chefs como Sergi Arola o Paco Pérez, han decidido mantener los precios del año pasado e incluso, en el caso del restaurante Enoteca, recientemente galardonado con una estrella Michelín, aumentarlos ligeramente. Por algo más de 350 euros, Paco Pérez ha creado un menú de fin de año donde la trufa, el buey de mar, la langosta y el mero esperan a los comensales para despedir las fiestas. Los responsables del Arts Barcelona aseguran que las reservas “siguen el ritmo habitual”, aunque reconocen que los clientes suelen esperar “a los días previos a las fiestas” para solicitar mesa en los restaurantes.

Los hoteles que cuentan con una cartera de comensales mayoritariamente extranjeros, como es el caso del hotel Omm, viven ajenos a la crisis que amenaza al cliente local. Así, el chef del restaurante Moo, Felip Llufriu, no ha reparado en gastos y ha apostado por un menú de mariscos, carnes y pescados variados, apto solo para paladares y bolsillos selectos. La ocupación en el Omm gira en torno al 95% y, los responsables del hotel, aseguran que el flujo de reservas del restaurante “también está muy animado”.

Otro espacio que ha ignorado los malos augurios en el sector ha sido el hotel Neri, en pleno barrio Gótico de Barcelona, que también ha subido ligeramente sus precios y ha adecuado la carta a su nueva condición: este año, es el único hotel y restaurante de Barcelona que pertenece a la prestigiosa guía Relaix&Chateaux. “Las reservas que llevamos indican que la cosa va muy bien porque estamos prácticamente llenos”, comentan desde el Neri.

Los restaurantes con comensales extranjeros llenan y suben precios

Aunque el Gremio de Restauración de Barcelona insiste en que las previsiones no son buenas y apunta a una importante reducción “tanto en el número de celebraciones como en el ticket medio por cliente”, algunos sectores de la hostelería como la carnicería y la charcutería se salvan de los malos datos que se auguran en la entidad. La tradicional festividad catalana de Sant Esteve parece que dará un poco de aire a las empresas charcuteras de Barcelona. El GremiCarn de Barcelona prevé vender estas navidades más de dos millones de canelones, el plato típico de la fiesta de Sant Esteve, lo cual supone un aumento del 6% respecto a las fiestas de 2011.

A parte de las cenas navideñas en los locales habilitados para el caso, este año parece que también se reducirán las fiestas en los grandes complejos públicos. El Ayuntamiento de Barcelona afirma que “no se han presentado muchas solicitudes” para celebrar fiestas en espacios de titularidad municipal y, en concreto, para estas fechas, “no se ha dado ninguna autorización extraordinaria en ningún local”. Bares, discotecas y estadios como el Palau Sant Jordi ya cuentan con licencias que autorizan eventos de gran dimensión.

Tras el siniestro del Madrid Arena en la pasada fiesta de Halloween, el consistorio ha querido remarcar que “siempre fue muy restrictivo” y en todo caso se realizan inspecciones antes y durante las fechas señaladas: “Hacemos una inspección previa de los locales entre la Guardia Urbana, los bomberos y los servicios técnicos de los distritos y miramos que se cumpla lo que recogen las licencias autorizadas. Además, durante la fiesta, la Guardia Urbana hace otra inspección in situ para comprobar que todo está en orden”, explican desde el Ayuntamiento de Barcelona.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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