Alfageme queda en manos de la Xunta

Por 780.000 euros, el 70% del precio de salida, la Xunta adquirió ayer en la subasta de Alfageme las fábricas de Ribadumia y Vilaxoan y la marca Miau. A la puja sólo acudió un empresario navarro que ofreció 100.000 euros por la marca y que finalmente se retiró cuando el precio de partida dobló esta cantidad. Ahora, la Xunta se ha fijado un plazo de 20 días para ceder las instalaciones a una empresa que presente un plan de viabilidad y asegurar así los 150 puestos de trabajo que tenía Alfageme en la Ría de Arousa, no así la de Vigo que ya está cerrada y no entró en esta subasta.

La puja se celebró en Vigo, y, a través del Igape, la Xunta, abonó 210.000 euros por la factoría de Ribadumia, 350.000 por la de Vilaxoán y 220.000 por la marca comercial. Lo hace, “para buscar la mejor fórmula que garantice su reactivación industrial y laboral , al no haber ninguna empresa interesada en darle viabilidad al proyecto de la conservera, y por lo que había dejado desierta su adjudicación previa a la subasta hace escasas semanas. El plan del Igape es iniciar nuevos contactos con el sector conservero gallego "para encontrar la mejor fórmula de garantizar la reactivación del proceso productivo", según adelantó en un comunicado. Está por concretar cómo se cederá la empresa a los nuevos propietarios. Probablemente por adjudicación directa o mediante concurso público.

Mantener empleo

La CIG confía en que la Administración gallega “tendrá en mente” el proyecto de El Consorcio y también el de Pescamar, las empresas que se presentaron al anterior concurso público, a la hora de valorar los proyectos de gestión. También espera que la solución permita mantener los puestos de trabajo que la conservera tenía en la comarca del Salnés y el plan industrial previsto. “Esperamos que se conozca la decisión a mediados de enero para saber qué va a hacer la Xunta y que se siente con los sindicatos para informarlos", señaló un portavoz.

Por su parte, la CGT admitió que la decisión tomada por la Xunta en la subasta “un paso necesario” que en gran parte lo ha atribuido a las movilizaciones de las trabajadoras para que el gobierno autonómico se quedase con las fábricas. Pero el sindicato ya ha advertido de que exigirá que se adjudiquen las dos plantas a un proyecto industrial con la incorporación de la explantilla.