Feijóo reduce sueldo a los funcionarios y abre la puerta a más despidos

Pasaron los días de la campaña electoral, con su dulce ilusión por una nueva era de crecimiento económico, y atrás ha quedado también el subidón de euforia por el gran triunfo en las urnas. Ahora toca de nuevo gobernar, que en estos tiempos equivale a repartir el dolor, como dijo hace unos días Alberto Ruiz-Gallardón. Y en esa distribución los funcionarios gallegos volverán a llevarse la peor parte. Con la necesidad de reducir más de la mitad del déficit público el año próximo —de 1,5% a 0,7%— y con el recurso al endeudamiento también limitado —de 800 millones de euros de deuda pública en este ejercicio a 400 en 2013— la Xunta ha decidido olvidar lo dicho en los meses previos a las elecciones y recortar el sueldo a los funcionarios, en una cantidad que no se conocerá hasta hoy. Lo confirmó ayer el presidente, Alberto Núñez Feijóo, aunque el anuncio llegase envuelto en un insuperable ejercicio de vericuetos verbales.

Los departamentos de recursos humanos de las empresas tienen la consigna de comunicar los despidos siempre en viernes. Y la Xunta había elegido el mismo día para anunciarle a los sindicatos otro tijeretazo a los sueldos de los funcionarios. Era una manera de colar con la máxima discreción posible una mala noticia, que se ocultó cuidadosamente antes de las elecciones y que no deja quedar en muy buen lugar declaraciones como las que hizo Feijóo el pasado julio, cuando aseguró: “Ya no podemos pedir más esfuerzos a los funcionarios”.

Pero este periódico anticipó ayer los planes del Gobierno gallego y al presidente no le quedó más remedio que dar explicaciones en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta. Feijóo recurrió a lo mejor de su arsenal de encajes de bolillos dialécticos para intentar disfrazar el anuncio, que incluso presentó como algo positivo: “Vamos a reponer a los funcionarios parte de la extra que no han percibido este año. Cobrarán más en 2013 que en 2012”.

La insistencia de los periodistas logró al fin aclarar la aparente paradoja. Aunque la propuesta de la Xunta no se conocerá hasta hoy, Feijóo anticipó que el recorte será inferior al 7%, que es lo que han perdido los empleados públicos en este ejercicio por la supresión de la extra de Navidad. Como, de momento, el Gobierno de Rajoy mantiene la paga navideña para 2013, Feijóo extrajo de ahí la conclusión de que los empleados públicos de Galicia verán aumentadas sus retribuciones a partir del 1 de enero.

La medida figurará en el proyecto de ley de Presupuestos que la Xunta aprobará la semana que viene. Según fuentes del Ejecutivo, incluirá una cláusula que permitirá eliminarla en caso de que Rajoy decida de nuevo retirar una paga extra. El presidente se esforzó en subrayar que los recortes a los funcionarios gallegos no serán superiores a los de otras comunidades autónomas “progresistas” —en alusión a Andalucía— y en que las retribuciones se rebajarán con criterio progresivo, más al que más cobre.

El ajuste en la función pública es probable que no se quede ahí. El jefe del Ejecutivo se mostró ambiguo cuando se le preguntó si podría haber despidos en la Xunta en 2013. Anticipó que los Presupuestos contendrán las líneas generales sobre “la estabilidad de los interinos” y que se seguirán reduciendo entes públicos, en los que ya se ha prescindido de personal. De hecho, ayer el Gobierno aprobó unificar en un solo organismo la cuatro Xestur provinciales, los entes que gestionan el suelo propiedad de la Xunta. Se ahorrarán, según el presidente, 10 millones de euros. Los cuatro equipos directivos quedarán reducidos a uno y se prescindirá de los contratados temporales. En total, en las Xestur trabajan 69 personas.

Entre todo, un pequeño alivio: el año próximo habrá una oferta pública de empleo para 124 puestos, 10 de ellos inspectores para perseguir el fraude fiscal en la futura Axencia Tributaria.