Dos años de cárcel para los dueños de un bar de copas por el ruido que ocasionaba

Los dueños de un bar de copas de Chamartín, Ramón O. P. y Francia C. P., han sido condenados por la Sección 4ª de la Audiencia Provincial de Madrid a dos años de prisión y al pago de 6.000 euros de indemnización por los ruidos generados por el local y por haber roto en diversas ocasiones el precinto de la Policía Municipal. La sentencia, que ha sido de conformidad entre el fiscal y los acusados, es firme y aplica la atenuante de dilación indebida, ya que los hechos se produjeron en 2000.

La sentencia recoge que los dos empresarios explotaban un bar en dos locales que habían unido, en las calles de Antonio Guzmán y Canillas (Chamartín), que no tenía las mínimas condiciones de seguridad: “Se encuentran repletos de personas en todas las noches de los fines de semana, carecen de salida de emergencia, de tal modo que, de ocurrir cualquier percance vinculado al fuego, podría desembocar en una catástrofe”. A ello se unía el altísimo volumen de la música que impedía el descanso a los vecinos de ambos inmuebles. La Policía Municipal midió el ruido una noche en el piso del conserje en la calle de Antonio Guzmán. El resultado fue de 52 decibelios cuando el máximo recogido por la ordenanza municipal era de 32.

Además de delito de medio ambiente, la sentencia también les condena por desobediencia porque rompían “reiteradamente” los precintos y abrían de nuevo al público. “La situación de gravísima y reiterada contaminación acústica, persistente durante dos años, ha originado en muchos vecinos de la comunidad una situación de deterioro de la estabilidad física y mental”, reconoce la sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Eduardo Jiménez-Clavería.