Encierro de marineros que faenaban en Mauritania

Desde la entrada en vigor del nuevo acuerdo pesquero entre la UE y Mauritania, los 24 barcos de la flota que pescaba el pulpo en aguas del país africano han vuelto a puerto y sus marineros están sin trabajo. Tras meses de protestas por un pacto que el sector trata de echar abajo in extremis en el Parlamento europeo, los marineros tenían por lo menos el consuelo de que cobrarían durante seis meses una ayuda del Estado. Pero hasta la fecha poco más de una veintena de los 120 solicitantes tienen la petición aprobada, y ni siquiera esos han cobrado, según el portavoz de CIG-Mar, Xabier Aboi. Los afectados han explotado y completaron ayer su segunda jornada de encierro en el Ayuntamiento de Marín, mientras anuncian una manifestación para el viernes.

Aboi asegura que la Xunta miente cuando esgrime como justificación para los retrasos que no todas las solicitudes tenían los documentos en regla, ya que a ninguno de los afectados se le han requerido más trámites desde principios del mes pasado. También protesta por la ratificación en la Comisión de Industria de la UE del acuerdo (sin cambios respecto al texto inicial patrocinado por la comisaria del ramo, la griega Maria Damanaki), de la que aseguran que no se informó al sector en su momento.

Las ayudas, publicadas en el BOE en octubre, suman 1,6 millones (unos 45 euros por trabajador y día) por seis meses renovables por otros tantos, pero cuando el año está a punto de terminar el dinero no ha llegado. El portavoz nacional del BNG y su responsable de Pesca en el Parlamento autónomo, Montse Prado, visitaron ayer a los marineros enclaustrados. “Ni al Gobierno, ni a Arias Cañete ni a Feijóo parece que les preocupe esta situación”, protestaron.

Flota china

Guillerme Vázquez recuerda que “se ha expulsado a los gallegos de un caladero tras otro para ser sustituidos por otras flotas comunitarias” y reclama que Xunta y Gobierno estatal “golpeen en la mesa ante Bruselas”. Aboi propone que el Gobierno negocie con Mauritania las licencias individualmente. El PSOE, por su parte, dice que la Xunta practica la desidia y que Feijóo asiste “impávido” al desmantelamiento de la flota. El cierre del caladero se justificó desde la UE por la supuesta sobreexplotación del pulpo en esas aguas, algo que el BNG achaca a informes caducos. La formación asegura que el vacío ya ha sido cubierto por la flota china.