ERC exigirá a CiU un nuevo impuesto para los bancos
Los republicanos estiman que se pueden ingresar 1.000 millones para paliar los próximos recortes
Artur Mas, presidente de la Generalitat, ya lo avisó en la campaña y el portavoz del Gobierno, Francesc Homs, le puso las cifras: el Ejecutivo catalán deberá reducir en los Presupuestos de 2013 4.000 millones de euros para cumplir el 0,7% del PIB. La suma es colosal. Con pocas posibilidades de formar un Gobierno de coalición, CiU aguarda negociar con Esquerra que está dispuesta a darle estabilidad parlamentaria para los dos próximos años y aprobar los nuevos Presupuestos. Oriol Junqueras, líder de ERC, que duda entre si el impacto será al final de 7.000 millones, estima que se podrían ingresar para paliar los ajustes 995 millones. Su partido sustenta esa recaudación básicamente en una nueva figura impositiva sobre los bancos para que sean copartícipes de los costes de la crisis.
Esquerra ya planteó esta primavera una hoja de ruta para ahorrar esos cerca de 1.000 millones y entonces CiU aceptó el “rigor”, recordó entonces el diputado Pere Aragonès, de las propuestas de los republicanos pero no asumió ninguna. La situación, sin embargo, ahora ha cambiado y las medidas están sobre la mesa. El esquema que plantea ERC, que está acabando de perfilar, se basa en que pretendía recaudar unos 600 millones de euros en un depósito sobre las entidades bancarias. Ese gravamen ya lo estaba aplicando Extremadura, Andalucía y Canarias y pretendía hacerlo Asturias. El Gobierno de Aznar, en 2001, recurrió la tasa ante el Tribunal Constitucional que acaba de dar la razón a las comunidades autónomas. El Partido Popular no ha tardado en reaccionar: presentó el jueves en el Senado una enmienda a la Ley Tributaria para crear un nuevo impuesto estatal sobre los depósitos bancarios con un tipo de gravamen del 0%.
Aragonès deploró ayer la “argucia legal” del PP que tachó de “fraude de ley”. “España es es el único país europeo que ha hecho algo así”, lamentó. Esquerra planteará una batalla jurídica con un recurso al Constitucional —“no la damos por perdida”— y propondrá a CiU crear un nuevo tipo impositivo sobre la banca similar al que existe en otros países europeos: sobre los beneficios, los activos, oficinas o capital riesgo. A su juicio, en materia tributaria, nada impide a la Generalitat imponer esas tasas si no están gravadas por el Estado. El eventual impuesto sobre las transacciones financieras es de más difícil aplicación porque debería ser homologable en la Unión Europea (UE).
La voluntad de Esquerra es que las entidades financieras asuman y contribuyan a soportar la crisis y plantearán completar su política de ingresos con otras medidas. Las principales son el rescate casi total del impuesto de sucesiones (164 millones), la ampliación de la base tributaria de las áreas comerciales (30 millones) o la modificación de la deducción por inversión en vivienda (99 millones). Los republicanos creen que la tasa denominada Euroviñeta (el gravamen para los camiones de gran tonelaje por el territorio catalán) quedaría quizá para mitad del próximo año.
Nacionalistas y republicanos aspiran en cualquier caso a que la suma de 4.000 millones de recortes se reduzca. Los democristianos Ramon Espadaler y Josep Maria Pelegrí instaron el sábado al Ejecutivo de Mariano Rajoy a que asuma parte de los ajustes que exigen a las comunidades. Y básicamente por dos vías: que pague la deuda que tienen contraída con Cataluña —se estima en más de 3.000 millones en concepto del Fondo de Competitividad y la Disposición Adicional Tercera— y que no centrifuguen el déficit. España debe cumplir para 2013 el 4,5% del déficit pero el Gobierno de Rajoy se ha reservado para cumplirlo el 3,8% de esa cuota y ha destinado el 0,7% para las comunidades, que son las que ofrecen los servicios esenciales del Estado del Bienestar.
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