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Aguas critica que un competidor pueda hacerse con el otro con dinero público

La Caixa es accionista en Aguas de Barcelona, la principal rival de la compañía valenciana Calabuig: "Las empresas participadas deben venderse antes de cerrar la operación"

Miquel Alberola

El presidente de Aguas de Valencia (AVSA), Eugenio Calabuig, rompió ayer su silencio sobre la adquisición del Banco de Valencia por parte de La Caixa, una operación que tiene consecuencias para la sociedad que gestiona y explota los servicios del ciclo integral del agua, de la que el banco de la calle Pintor Sorolla es un accionista determinante. La entidad catalana es la segunda accionista (24,26%) de Aguas de Barcelona (Agbar), compañía que AVSA considera su máxima competidora y que está dominada por la francesa Suez Environnement (75,74%), que a su vez mantiene un viejo litigio con los principales accionistas de la empresa valenciana, en la que el grupo francés es propietario del 33% de los títulos.

La nueva situación podría comportar una alteración de la relación de fuerzas en la compañía valenciana y un decantamiento hacia los intereses de Agbar. Con la adquisición, La Caixa entra en el accionariado de Inversiones Financieras Agval, la sociedad propietaria del 60,68% de las acciones de Aguas de Valencia, de la que el banco tiene el 49,99% frente al 50,01% de Fomento Urbano de Castellón, SA, (FUCSA), del presidente del grupo.

Calabuig: "Para los accionistas valencianos no cambia nada"

Calabuig, manifestó ayer a Efe su perplejidad respecto a que un competidor (Agbar a través de La Caixa) “se haga con el otro” con los fondos públicos aportados por la Unión Europea (4.500 millones) y el Gobierno de España (1.000 millones) para la operación de la antigua filial de Bancaja. En opinión del presidente de AVSA, no se debería poder competir con dinero público de España y Bruselas. Asimismo, defendió que tras el anuncio de la compra del Banco de Valencia por parte de Caixabank, sus empresas participadas tendrían que ser puestas a la venta antes de cerrar la operación.

Con todo, Calabuig quiso transmitir tranquilidad. Según expuso, primero se tiene que aclarar el proceso de venta en cuanto a las participadas y estudiar el impacto de esas decisiones, aunque recalcó que, por el momento, para los accionistas valencianos “no cambia nada”. “Somos Agval”, subrayó en alusión a que FUCSA tiene la última palabra en Agval, según recogen los estatutos.

Rita Barberá pide sensibilidad al presidente de La Caixa
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Calabuig expresó sus dudas de que la Comisión Nacional de la Competencia permita la entrada de Caixabank en el accionariado de AVSA a través de la compra del banco y manifestó su intención de comprar la participación de la entidad si se pone a la venta, algo que ya lleva tiempo intentando.

Una parte del paquete que Calabuig posee en Agval está embargado de forma cautelar por la Audiencia Nacional para evitar decisiones que pudieran perjudicar al Banco de Valencia. La fiscalía y el FROB consideran que pudo haber irregularidades en la cesión de control de la compañía por parte del banco, que antes tenía la mayoría. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, pidió ayer sensibilidad a La Caixa para que la gestión de Aguas quede “en un consejo mayoritariamente valenciano”.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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