Hallado en Ourense un helecho que se creía extinguido en España
La colonia, amenazada por unas obras, sobrevive al menos desde hace 30 años
Parece un trébol de cuatro hojas, de esos que dicen que dan buena suerte, pero es un helecho acuático caprichoso y muy vulnerable, con un ciclo biológico extremadamente delicado. Pide encharcarse de agua durante unos cuantos meses al año y quiere aire y sol el resto del tiempo para que maduren sus esporocarpos y así poder reproducirse. La Marsilea quadrifolia aparece en el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España (2004) y hasta ahora, al menos, era una especie que se consideraba totalmente extinguida en estado silvestre de la faz del país. Lo sorprendente es que en una finca en la que se ubica desde 2010 el Centro de Reproducción de Especies Amenazadas Félix Rodríguez de la Fuente, en Bóveda (municipio de Ourense, en su límite con el de Amoeiro), sobrevive una colonia de Marsilea quadrifolia cuyo origen es una incógnita.
Según su propietario, Antonio Estévez, que tira prácticamente en solitario de su proyecto ecologista, ya estaba en aquel lugar cuando él adquirió el terreno, hace tres décadas. La parcela tiene varias charcas naturales, están allí desde siempre y, desde siempre también, se secan cuando llega el buen tiempo. Estas aguas estacionales, que vuelven una y otra vez gracias a las corrientes subterráneas, sirven de hábitat idílico al helecho y, de momento, no existen indicios de que alguien, antes del cambio de titularidad, se hubiese preocupado por sembrarlo.
La especie ha sido identificada por especialistas gallegos y del Jardín Botánico de Madrid, pero falta por realizar la prueba genética que confirmaría que la marsilea ourensana es la única que prospera en España de forma salvaje. La especie, muy sensible a las alteraciones ambientales, abundaba antiguamente en Girona, el Delta del Ebro y la Albufera de Valencia, asociada casi siempre a los arrozales, pero todas esas poblaciones fueron desapareciendo hasta que el helecho de cuatro hojas se consideró extinto. A partir de esporocarpos hallados en el fango, se mantiene una pequeña colonia de cultivo en una zona controlada del Parque Natural Delta de l'Ebre.
El caso es que, ahora, la que no las tiene todas consigo es precisamente la marsilea ourensana. La Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) alertó recientemente a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza y al Ayuntamiento de Ourense de que el difícil equilibrio del ciclo vital del helecho podría echarse a perder a causa de unas obras. Según el colectivo, la especie “tiene un valor ambiental importantísimo”; “si se trata de una población silvestre habría que protegerla de inmediato”.
A menos de 60 metros del humedal, el consistorio emprendió hace algo más de un mes trabajos de excavación y voladuras del suelo rocoso con el fin de ampliar un depósito de agua para el abastecimiento municipal. Tras recibir la alerta, el Ayuntamiento ralentizó la obra y racionó la dinamita. Pero ahora hace falta aguardar para comprobar si los movimientos de terreno no afectaron al curso de las aguas subterráneas.
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