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Un informe destapa el barullo contable del Ayuntamiento de Fuengirola

El órgano fiscalizador observa un quebranto de 76.800 euros en las arcas

Fernando J. Pérez
Esperanza Oña, alcaldesa de Fuengirola.
Esperanza Oña, alcaldesa de Fuengirola.Alejandro Ruesga

El Ayuntamiento de Fuengirola (Málaga, 71.783 habitantes), gobernado por Esperanza Oña, del PP, padeció en el año 2010 un quebranto contable de 76.850 euros derivado del “deficiente manejo, custodia y control” de las cantidades recaudadas a sus contribuyentes. Así lo recoge un informe de la Cámara de Cuentas, que analizó varias áreas del consistorio de aquel ejercicio. El texto del órgano fiscalizador autonómico, de 73 páginas, destapa varios puntos discutibles en el manejo de los fondos públicos.

El caso más llamativo se da en el área de Tesorería. Durante el ejercicio 2010, las funciones de control de las arcas municipales fueron ejercidas por una auxiliar administrativa, después de que la funcionaria de habilitación nacional causara baja entre octubre de 2009 y agosto de 2010. La Cámara de Cuentas observa “escasa cualificación profesional” de los empleados de la Tesorería —todos administrativos y auxiliares— y la “concentración en un mismo puesto de funciones que deberían estar segregadas”, como las tareas de contabilización y pago.

Durante 2010, constata la Cámara de Cuentas, no existieron normas por escrito que regularan el funcionamiento de las cinco cajas de recaudación y tesorería. Al no establecerse una periodicidad para el traspaso de los fondos recaudados a las cuentas bancarias municipales, el 22,3% de los pagos superaron los tres días. Se han encontrado nueve traspasos, todos ellos por importes superiores a 8.000 euros, que llegaron al banco más de dos semanas después de que el contribuyente los ingresara en la caja.

El dinero recaudado se ingresaba indistintamente en alguna de las cinco cuentas del Ayuntamiento, pero en ningún caso quedaba identificado el funcionario que efectuaba los traspasos. En el año 2012, afirma la Cámara, “existen importes pendientes de formalizar correspondientes a la recaudación llevada a cabo por los cajeros en 2010”.

Más información
Informe de la Cámara de Cuentas sobre Fuengirola

Esta situación de descontrol propició el presunto quebranto de 76.850 euros de las arcas públicas, descubierto por la tesorera en un arqueo por sorpresa en marzo de 2011. La habilitada nacional denunció a un trabajador de su departamento por no ingresar en el banco 66.200 euros, no formalizar giros postales por 8.740 euros y dejar sin contabilizar 1.820 euros. El trabajador, que ha sido despedido, reintegró a las arcas 68.600 euros y está siendo investigado por un juzgado de instrucción.

Respecto a los flujos de tesorería —las entradas y salidas de fondos—, la Cámara observa que su gestión es “compleja”. Durante 2010, la corporación tenía abiertas 76 cuentas bancarias, 13 más que el año anterior. Al menos diez de estas cuentas, con un saldo total de 126.000 euros no estaban controladas por la Tesorería.

La comparación entre los libros contables de la Tesorería y los fondos reales de las cuentas bancarias refleja un desfase de 232.680 euros a favor de las entidades crediticias. La tesorera atribuyó esta diferencia a la informatización del sistema y a la bonificación tributaria a ciudadanos empadronados.

"La deuda afectará a generaciones futuras”

El informe de la Cámara de Cuentas sobre el Ayuntamiento de Fuengirola en 2010 dedica un apartado al endeudamiento financiero de la ciudad. La deuda a largo plazo ascendía ese a 23,9 millones, un 35,4% más que al cierre del ejercicio anterior. El consistorio dirigido por Esperanza Oña refinanció cuatro líneas de crédito. Esto trae consigo, según el órgano fiscalizador autonómico, “el desplazamiento a las generaciones futuras de las obligaciones de pago”, y también “una limitación a la capacidad inversora de la corporación”.

En 2010, la Cámara detectó que el Ayuntamiento adquirió compromisos de gastos no presupuestados por valor de 14,8 millones de euros. Además, la corporación “no atiende puntualmente sus obligaciones de pago” a proveedores, incumpliendo el plazo legal de 60 días, lo que ha derivado en reclamaciones por vía judicial de acreedores por valor de 12,8 millones de euros. Los acuerdos de aplazamiento para evitar la reclamación judicial han supuesto, según la Cámara de Cuentas, “un encarecimiento” de la deuda por los intereses de demora y por los derivados del propio aplazamiento.

Gran parte de esta deuda a proveedores fue sufragada con el plan de pago aprobado por el Gobierno el pasado febrero. Fuengirola presentó entonces 1.156 facturas por un valor de 24,7 millones de euros.

En el Ayuntamiento de Fuengirola trabajan 837 personas, el 60% personal laboral que en muchos casos ocupa puestos que debían ser destinados a funcionarios.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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