Abogada trabajadora y muy dialogante
La nueva presidenta del Parlamento forma parte del núcleo de máxima confianza de Egibar
En los 11 años de ejercicio parlamentario, hasta su proclamación ayer como presidenta de la Cámara vasca, Bakartxo Tejeria Otermin (San Sebastián, 1971), del PNV, ha conseguido ganarse fama de “hormiguita”, de forma que tanto compañeros de filas como adversarios políticos coinciden en retratarla como una persona “seria”, “reservada” y “muy trabajadora”.
En las tareas del hemiciclo ha evitado siempre los focos mediáticos que ahora le apuntan directamente. “La notoriedad no va con ella”, afirma uno de sus mejores amigos, Eneko Goia, portavoz del PNV en el Ayuntamiento de San Sebastián. En una década larga de actividad parlamentaria discreta, la única vez que adquirió un protagonismo que no había tenido hasta entonces fue el día, en octubre de 2010, en que mantuvo un rifirrafe con el lehendakari, Patxi López, a cuenta del solomillo de Contador. “Impresentable”, le espetó desde la tribuna la parlamentaria nacionalista por poner en duda la calidad de la carne que se vende en Irún.
Esa reacción tan apasionada también pertenece a su carácter de mujer “firme y responsable”, según la define Goia. Tejeria y el edil donostiarra se conocen antes incluso de que la primera diera el salto a la política en 1999 como concejal en Villabona, localidad donde vivió su juventud y de la que fue alcaldesa entre 2003 y 2007, cuando la izquierda abertzale estaba ilegalizada. Ambos formaron parte de la misma promoción de estudiantes de Derecho de la UPV. Esa amistad se fortaleció cuando Tejeria contrajo matrimonio con Joanes Labaien, hijo del exalcalde donostiarra Ramón Labaien, también peneuvista, abogado del Estado, de la firma Cuatrecasas e íntimo de Goia.
Al finalizar la carrera, Tejeria comenzó a trabajar en un despacho de abogados junto con otros cargos del PNV y de EA en Tolosa. En esos años sufrió la ira de la violencia cuando en septiembre de 2001 unos desconocidos atacaron su bufete con cócteles mólotov. Compaginó esta ocupación profesional con su nombramiento en 1997 como juez titular de paz de Villabona, una labor que tuvo que abandonar dos años después por ser incompatible con su condición de concejal electa.
Su desempeño como abogada fue apagándose poco a poco al mismo tiempo que iba forjándose un currículum político dentro del PNV de Gipuzkoa. Desde 2008 forma parte de la ejecutiva que dirige Joseba Egibar, de quien se ha ganado su máxima confianza. Tejeria forma parte del núcleo más próximo del presidente del GBB y se ha ocupado de coordinar las juntas locales del partido en San Sebastián. “Cada vez que el PNV tenía que tomar una posición respecto a cualquier tema relevante en el Ayuntamiento de San Sebastián, Bakartxo ha sido nuestro enlace e interlocutor. La verdad es que ha sido una gozada trabajar con ella”, afirma Goia. Es una opinión c oincidente con la de Eider Mendoza, ahora juntera del PNV en Gipuzkoa y compañera de fatigas de Tejeria en el Parlamento durante los últimos 11 años: “Es una excelente mujer. Solíamos comer siempre juntas en la barra de la cafetería del Parlamento para no perder tiempo y seguir con nuestro trabajo”.
En lo personal, Tejeria, madre de dos niñas de seis y tres años, se declara amante de la lectura le gusta “seguir de cerca la moda”, practicar de vez en cuando la natación y ahora se ha aficionado a “salir a correr” junto con otras compañeras de su partido.
En la Cámara autonómica intervino en la elaboración de la Ley de Servicios Sociales y ha participado en varias comisiones de trabajo y acción social, agricultura, sanidad o interior, entre otras. Mendoza le considera una persona “muy dialogante” y capaz de trazar “acuerdos con todos”. “Lo va a hacer muy bien” como presidenta del Parlamento, cargo para el que también fue candidata en 2009. Goia opina que su compañera de filas “se va a circunscribir a la actividad institucional, con la seriedad y el empeño que le caracterizan”.
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