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DERECHOS HUMANOS

“Un espaldarazo a 20 años de duro trabajo”

El Gobierno vasco reconoce con la concesión del premio René Cassin la labor de la ONG Bakeaz en la defensa y promoción de los derechos humanos

Josu Ugarte, director de la ONG Bakeaz, en Bilbao.
Josu Ugarte, director de la ONG Bakeaz, en Bilbao.SANTOS CIRILO

El Gobierno vasco otorgó ayer el Premio René Cassin de Derechos Humanos de este año a la ONG vizcaína Bakeaz. El galardón reconoce a personas o colectivos que, por su trayectoria, se hayan comprometido con la promoción, defensa y divulgación de los derechos humanos. El director de la asociación, Josu Ugarte, declaró a EL PAÍS que el galardón supone “un espaldarazo al esfuerzo de estos 20 años”, en los que se han enfrentado a “dificultades económicas y a enemigos que a nadie le gustaría tener”. Este premio —una distinción honorífica y 12.000 euros— les consolida en ese camino.

Bakeaz es una vieja conocida en el entramado asociativo de Euskadi. Nació en 1992, vinculada al ámbito universitario y fuertemente influida por el pacifismo y la defensa de los derechos humanos y del medio ambiente. Desde sus comienzos, su labor ha sido fundamentalmente reflexiva y propositiva. Con su análisis ha favorecido la acción de un amplio abanico de organizaciones sociales y sindicales dentro y fuera de Euskadi. La violencia terrorista la ha convertido también en un referente en la educación para la paz.

¿Quién era René Cassin?

Nacido en Baiona el 5 de octubre de 1887, René Cassin participó en la I Guerra Mundial siendo muy joven. La trágica experiencia le marcó profundamente y le convirtió en un acérrimo defensor de los combatientes veteranos y las víctimas del sangriento conflicto. Con los años, Cassin fue uno de los principales inspiradores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948, adoptada por las Naciones Unidas, y jugó un papel esencial en la elaboración del Convenio Europeo de Derechos Humanos de 1950. Galardonado con el Nobel de la Paz en 1968 por su combate infatigable a favor de los Derechos Humanos, consagró el premio a la creación del Instituto Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo. Falleció en Paris el 20 de febrero de 1976.

Destaca de forma especial su contribución ética y pedagógica a la hora de abordar en las aulas el terrorismo y la situación de sus víctimas. Bakeaz promovió, hace ya unos años, la centralidad de las víctimas como enfoque para la acción pedagógica.

Ugarte considera que la presencia de las víctimas y su testimonio en los colegios “es la punta del iceberg”, por su visibilidad y repercusión. “Pero llevamos años reflexionando sobre la tolerancia y los límites de los derechos individuales, y en este país se creyó durante mucho tiempo que la acción violenta estaba justificada”, cuenta, “y nadie sabía cómo abordar a ETA”.

Recién cumplido un año del cese de la violencia etarra, Ugarte considera que “el tema no es tan explícito como en las épocas de los carteles con dianas y los gritos de Gora ETA, pero sigue presente”. Y aprovecha para sentenciar: “Toda maduración democrática requiere un proceso complejo y largo y algunos sectores políticos aún no se han enterado”.

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