El PP traslada su disposición a un acuerdo presupuestario global
Basagoiti liga los pactos a priorizar la economía y el empleo
Aunque la cita de ayer no diese para mucho, según la impresión de uno de los participantes, y toda la sustancia quede para la negociación real que arranque la próxima semana, el PP y el PNV constataron ayer que tienen un claro terreno de juego para llegar a acuerdos: la economía.
Delegaciones de ambos partidos encabezadas por sus respectivos presidentes —el peneuvista y futuro lehendakari Iñigo Urkullu y el popular Antonio Basagoiti— se reunieron durante casi una hora en Sabin Etxea. El cónclave sirvió básicamente para que el PP trasladase su disposición inicial a alcanzar pactos presupuestarios en las principales instituciones (Gobierno, las Diputaciones y los Ayuntamientos de las tres capitales). “Todas las cuentas van a ser duros y si nos dedicamos a fastidiar cada uno en un sitio, al final habría presupuestos inadecuados”, según fuentes populares.
A Urkullu le interesa un escenario global de estabilidad presupuestaria para centrarse en la lucha contra la crisis y el PP necesita votos para sacar adelante sus cuentas en Álava y Vitoria. De hecho, la economía ocupó buena parte de la reunión, según varios de los presentes.
Todo lo que en este terreno es posibilidad —solo inicial— de acuerdo, separa a populares y peneuvistas en materia de autogobierno y, menos, sobre pacificación. Los interlocutores del PP ven todavía ambiguos los planteamientos que Urkullu quiere desarrollar en el Gobierno, pero dejaron claro en la cita que “enredarse en líos que van a provocar división dificulta todo lo demás”, añaden dichas fuentes al tanto de lo tratado.
Basagoiti colocó varias veces ese mismo mensaje en su comparecencia posterior ante los periodistas. “En la medida en que la economía y el empleo sea lo prioritario, será más fácil llegar a acuerdos”, dijo. Pero si el PNV opta por “derogar los marcos de convivencia o dar espacio político a aquellos que no han hecho el más mínimo esfuerzo democrático [la exBatasuna], será mucho más difícil”.
En la delegación popular quedó la impresión palmaria de que Urkullu tiene ya resuelto gobernar en solitario y está “vistiendo” la decisión con esta ronda.
Pendiente también de la próxima negociación en detalle quedó también la posibilidad de pactos que garanticen la pluralidad de la Mesa del Parlamento.
La ronda de negociaciones se cerró con UPyD. Su único parlamentario, Gorka Maneiro, destacó después las "muchísimas diferencias de proyectos y programáticas" que mantiene su partido con el PNV.
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