El RACC pide más estaciones de servicio para rebajar el precio de la gasolina

El precio de la gasolina subió entre enero y septiembre el 10,4%. El del gasóleo, el 7,4%. A los conductores les cuesta ahora 29 euros más llenar un depósito de 50 litros que hace tres años y cada céntimo de euro de más que se paga por litro supone 332,7 millones de euros para los consumidores. El Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) cree que solo hay una solución para introducir patrones de cambio: más competencia, más gasolineras. Solo así se podrán reducir los márgenes que intentan conseguir los grandes operadores, que oscilan entre el 10% y el 15% en función de si se vende gasolina o gasóleo.

Para que ello ocurra el club de automovilistas catalán solicita a las Administraciones que faciliten la implantación de estaciones de servicio en polígonos industriales y centros comerciales, y que los municipios no se ceben con las trabas burocráticas que lo impidan, según ha señalado la mañana de este jueves su gerente de proyectos, Xavier Ruestes. Según el análisis del RACC, Baleares, Madrid, Vizcaya y Barcelona son las provincias donde existe mayor margen para implantar más estaciones de servicio y rebajar precios.

El RACC ha elaborado un estudio que evidencia grandes diferencias de precios entre repostar en una provincia u otra, hacerlo en una gasolinera propiedad de las grandes marcas o estaciones independientes, y elegir entre un lunes laborable o el fin de semana. Optar entre el lugar más caro y el más barato puede suponer un ahorro anual de 300 euros para un conductor que recorra 30.000 kilómetros al año.

Solo el día elegido para repostar puede suponer un 1% de diferencia entre repostar en día laborable y los fines de semana o hacerlo durante el periodo estival. Las estadísticas recabadas revelan que las gasolineras establecen sus políticas comerciales en función del calendario de festivos, para lo que empiezan a elevar precios dos días antes de que se inicien los puentes y días festivos.

En Baleares, no obstante, el problema es diferente. Su insularidad y el predominio apabullante de sus dos principales operadores, Repsol y Cepsa, que controlan más del 80% del mercado, provocan que sea la comunidad autónoma con la gasolina más cara. También cuenta el hecho de que esté implantado el céntimo sanitario, el impuesto que grava el combustible para financiar la sanidad pública,  que es el principal factor que determina las diferencias de precios entre comunidades autónomas. En Navarra, el País Vasco, La Rioja y Aragón es donde, de promedio, se puede encontrar el combustible más barato.

Las compañía BP y Galp son las más caras, mientras que Repsol es la que aplica la mayor variabilidad de precios. En cambio, sigue siendo más barato llenar el depósito en los surtidores de grupos considerados independientes, casi siempre ubicados en hipermercados.