Último intento para recuperar el Faro de Moncloa
El Ayuntamiento pagará 80.000 euros al año a la Complutense más el 20% de lo que saque por su explotación
¿Acabará por fin el gafe del Faro de Moncloa? El Ayuntamiento trata de que así sea. El monumento lleva cerrado y sin uso desde agosto de 2008, cuando hubo que clausurarlo porque incumplía la normativa de seguridad. Estos más de cinco años han servido para rehabilitarlo en dos fases —la primera la inauguró Alberto Ruiz-Gallardón; la segunda ya no; se emplearon 5,7 millones de euros con cargo al Plan E— y para poco más, puesto que las obras acabaron definitivamente en enero de 2011 sin que hasta ahora nadie haya podido subir al mirador o probar las pantallas táctiles con información turística instaladas en el hall.
El último intento de recuperar el Faro de Moncloa ya está en marcha: el Ayuntamiento llevará al pleno de noviembre el convenio con la Universidad Complutense, paso previo para poder sacar un concurso y encargar la explotación de la cafetería - mirador, la terraza de la base y el alquiler de salas para organizar eventos a la empresa que más esté dipuesta a pagar. El acuerdo consiste en que la universidad, que atraviesa una situación financiera acuciante, recibirá del Ayuntamiento 80.000 euros anuales de canon, además de un 20% de lo que el Consistorio obtenga del adjudicatario de la explotación.
El convenio fue aprobado en marzo pasado por el Consejo de Gobierno de la Complutense. La concesión demanial del terreno a favor del Ayuntamiento es por un plazo de 75 años, según el texto, consultado por este diario. El Consistorio confirmó que esas son las condiciones que se llevarán al pleno de noviembre.
El convenio entre administraciones es necesario para poder sacar a concurso la explotación del Faro. La cesión de 26 metros cuadrados de terreno de su propiedad que hizo la Complutense en 1991 para que el Ayuntamiento construyera allí una antena de comunicaciones para los servicios municipales se hizo sin formalizar convenio alguno. La operación ha estado, por tanto, más de 20 años sin regularizarse. Mientras fue el propio Consistorio el que gestionó el mirador no hubo mayor problema, pero la entrada de un operador privado obligaba a dejar claras las propiedades y las cesiones.
El Ayuntamiento pretende que un único operador gestione todo el Faro de Moncloa: la cafetería-mirador a 92 metros de altura, una terraza de entre 15 y 20 mesas en una zona ajardinada de la base, salas de alquiler para organización de eventos y la instalación de pantallas táctiles el acceso a la base. En cuanto el convenio con la Complutense esté firmado saldrá a concurso la explotación, explica el consejero delegado de la Oficina de Turismo Madrid Visitors & Convention Bureau, Ignacio Fernández, que reconoce que será complicado encontrar un adjudicatario. “Lo que no queremos es que el Faro sea deficitario para el Ayuntamiento”, señala.
Habrá que pagar para subir al mirador. Fernández no precisa cuánto, pero apunta a que han estudiado los precios del monumento de Colón en Barcelona (4 euros antes de que cerrara en mayo pasado tras dejar encerrados cinco horas a seis turistas), el Euromast de Rotterdam (9,25 euros) y el balcón del Ayuntamiento de Bruselas (5 euros) y que con la entrada podrá estar incluida una consumición. Hagan la media.
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