El político que sí dimitió

Cuando a las seis de la mañana del pasado martes cuatro policías tiraron abajo la puerta de la casa del concejal socialista de Fuenlabrada José Borrás, el edil decidió que tenía que dimitir de forma irrevocable, según explica uno de sus compañeros de partido, que le conoce de toda la vida. Tras esta renuncia Borrás está desempleado, pues hace más de siete años que se desligó de su antigua empresa, las factorías Barreiros. Ahora sus principales quebraderos de cabeza son dos: su hipoteca, que acabará de pagar en 2014, y su coche, que todavía tendrá que abonar durante tres años más.

Borrás ha mantenido una larga militancia en partidos de izquierda. Primero, con 17 años, se afilió a la Liga Obrera Comunista. Pero con el paso de los años, concretamemnte en 1983, acabó entrando en el Partido Socialista, formación política que le ha suspendido de militancia de forma temporal por su presunta implicación en la trama de corrupción de las mafias chinas. Borrás niega estar implicado en la red, algo que parece tener clara la investigación policial y judicial.

Las primeras informaciones relativas a la presunta participación en la organización delictiva encabezada por el millonario chino Gao Ping indican que estaba vinculado con la concesión de licencias ilegales que permitían a los ciudadanos chinos abrir sus negocios en el polígono industrial de Cobo Calleja, en Fuenlabrada. Él lo ha negado todo, explicando que a los chinos se les ha sancionado con cantidades importantes: “A un chino le pones una multa de 30.000 euros y la paga rápidamente, una cantidad por la que un empresario español te volvería loco”, explica Borrás, según sus compañeros. Por eso este edil asegura que le gustaría que una comisión de investigación sacara a la luz todas las sanciones.

La policía, tanto en su casa como en su despacho en el Ayuntamiento, le requisó cuatro ordenadores, cuatro palillos chinos, y unos 2.000 euros. 1.500 en su casa y los otros 500 en su despacho: “Eran de mi hija, por la fianza de su piso”, relató a sus amigos Borrás, que no es un gran usuario de los ordenadores, pues asegura haber enviado tres correos electrónicos en su vida. Los amigos de Borrás se lamentan de la proyección del caso, que consideran ha aumentado por la implicación del actor porno Nacho Vidal. Y como prueba resaltan que algunos de los policías que arrestaron al actor le pidieron horas después un autógrafo, según ha trascendido del paso de Vidal por la Audiencia Nacional, y a quien otros detenidos no vieron muy preocupado. “Nos reíamos pues se dormía cada poco”, explican las mismas fuentes.