Iberpotash condiciona 200 millones de inversión a tener el corredor mediterráneo

Iberpotash, compañía que explota las minas de sales potásicas de Súria y Sallent, solo completará los 600 millones de euros previstos en inversiones si en 2018 tiene asegurada desde la comarca del Bages una conexión directa, en ancho internacional, con el corredor mediterráneo. Si ese enlace no llega y no le permite exportar al centro de Europa en condiciones competitivas se quedaría en el aire la última fase de su plan inversor, de unos 200 millones de euros.

La compañía cuenta actualmente con un enlace ferroviario desde las minas hasta el puerto de Barcelona, donde la filial española del grupo químico israelí ICL tiene una terminal desde la que exporta parte de su producción. No obstante, el consejero delegado de Iberpotash, José Antonio Martínez, ha señalado esta mañana que el proyecto de expansión depende en gran mesura de contar "con un transporte adecuado", demanda que ya han hecho llegar a la Generalitat.

Iberpotash trabaja en un plan a diez años durante el cual prevé invertir un total de 600 millones de euros. El año pasado iniciaron la primera fase, que se prolongará hasta 2015, y en la que está previsto inyectar 200 millones de euros en la mejora de la productividad de la compañía.

Para ello la empresa está a punto de iniciar la construcción de una fábrica de sal vacuum y hoy han inaugurado la construcción de una nueva rampa de extracción en la mina de Súria. La obra es compleja por sus dimensiones: un descenso de 900 metros a través de una galería de 4,7 kilómetros de largo, que llegará a contar con desniveles de hasta el 20%. Cuando esté finalizada, y a través de una cinta extractora, la rampa permitirá evacuar el mineral directamente a la planta procesadora, acabando con el centenar de camiones que hoy en día tienen que cruzar el municipio para llevar la sal desde la mina a la planta.

Iberpotash hace la inversión después de haberse asegurado que la mina de Súria tiene capacidad para seguir rindiendo durante al menos 25 años más. De hecho, esa instralación deberá sustituir y superar la producción de la mina de Sallent, que según las prospecciones de Iberpotash, estará agotada en 2014.

A partir de entonces, toda la capacidad productiva de la compañía quedará radicada en Súria. Según los planes de la empresa, las dos millones de toneladas de potasas que se extraen en la actualidad deberán duplicarse en el plazo de diez años, lo que podría dibujar un horizonte de una Iberpotash con una cifra de negocio de 800 millones de euros. El año pasado facturó alrededor de 350 millones.