“Queremos que se nos oiga, este recorte hay que pararlo”
Alumnos de instituto impulsan una huelga de tres días
Dice Ainhoa G., de 16 años, que algunos la entienden y otros no. Ayer, mientras repartía los folletos en los que se pide “¡Más educación!” entre exclamaciones y explicaba a estudiantes y vecinos por qué estaba de huelga, recibió apoyos, pero también reproches. “Lo que tenéis que hacer es ir a clase”, le replicó una señora. Ella, que presume de un buen expediente en el que la nota más baja es un 8, prefiere aparcar las aulas por unos días y dedicarlos a “la lucha”, dicho en el argot. Su madre le ha dicho que haga lo que quiera. Y un profesor le ha recomendado que reivindique sus derechos. En esas anda, a más de dos kilómetros de su instituto, el Leonardo da Vinci del distrito de Latina.
A las puertas del IES Mariano José de Larra, con una decena de estudiantes del piquete de Aluche, Ainhoa habla de recortes propios y ajenos. Este martes se celebró la primera de tres jornadas de huelga nacional de secundaria convocadas por el Sindicato de Estudiantes, que cifró el seguimiento en Madrid en el 75%, frente a la afluencia “mínima” a la que aludía la Consejería de Educación. Hubo 15 piquetes repartidos por la región, según el sindicato estudiantil que reivindica “la retirada” de los recortes.
“Todo es cada vez más caro, el material escolar sale por el doble”, protesta Ainhoa. Trabaja en una discoteca para ayudar en casa y le han bajado el sueldo 120 euros. Asegura que cada vez hay menos profesores en su centro. CC OO calcula que el aumento de jornada lectiva aprobado por el Ministerio de Educación supondrá prescindir de 50.000 docentes. En Madrid se perdieron unos 3.000 el curso pasado, según los sindicatos, por el incremento de jornada en los institutos que originó el movimiento reivindicativo de la marea verde. La consejería admitió que se habían perdido un millar.
La protesta sigue hoy con una manifestación que parte de Atocha
La cuantía para becas de comedor de Madrid ha descendido en 10 millones para quedarse en 16. Las ayudas para libros se han sustituido por un sistema de préstamos en los centros que no llegan a todo el que lo necesita. Las tasas universitarias han subido una media del 66% en la región. Y así, comparten en el corrillo de adolescentes, no hay manera. “Queremos un futuro digno, un buen trabajo, y con esta educación es cada vez más difícil”, cuenta bajo el flequillo rubio Paulina Z., de 14 años. Daniel, que pide salir también sin apellido aunque ya ha cumplido los 18, ha pasado todo el día recorriendo los centros y forrando las calles de carteles. “Es muy importante que la gente nos oiga, esto hay que pararlo”. El miércoles se repite la huelga con una manifestación entre Atocha y Sol a mediodía. El jueves se unen las asociaciones de padres a la protesta.
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