Joyas románicas ocultas
Descubiertas en el sur de Francia pinturas del XII comparables a las de Taüll
Las paredes de las iglesias son como la epidermis: bajo la capa visible y más superficial se esconden otras, en el interior, debido al paso del tiempo, del cambio de gustos, modas y mentalidades. Es lo que ha ocurrido en la iglesia de Ourjout de Les Bordes-sur-Lez, un núcleo de apenas un centenar de habitantes perteneciente a la ciudad de Saint-Girons, al sur de Francia, durante los trabajos de restauración realizados en el templo: tras desmontar en el ábside un retablo de madera del siglo XVIII han salido a la superficie unas pinturas en perfecto estado de conservación datadas en el primer tercio del siglo XII.
Según Philippe Mercier, conservador regional de la Dirección Regional de Asuntos Culturales (DRAC) de Midi-Pyrénées, que ha supervisado los trabajos, “las pinturas son excepcionales”. Incluso no ha dudado en compararlas “por su estilo y su iconografía” con las pinturas monumentales realizadas en las iglesias del Pirineo catalán atribuidas al Maestro de Taüll, entre ellas las magníficas pinturas de Santa Maria y Sant Climent de Taüll, que pueden verse actualmente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).
Las pinturas, situadas en el ábside, la zona más antigua del edificio, están divididas en tres partes: en la superior, están representados cinco apóstoles, de pie bajo unas arcadas. Cuatro de ellos son reconocibles por los atributos que llevan en la mano, pero, por si había dudas, por el nombre que aparece inscrito junto a ellos: san Bartolomé, san Andrés, san Pedro y Santiago. Mientras que el quinto, al haberse perdido parte de la pintura, no se ha podido identificar. En la zona central aparecen, dentro de unos medallones, cinco signos del zodiaco: Leo, Escorpión, Cáncer, Libra y Capricornio, representados por figuras de animales y también por personas. En la parte inferior una cenefa geométrica recorre la escena de punta a punta, según las fotografías facilitadas por la DRAC del Gobierno francés.
Milagros Guardia, catedrática de Historia del Arte Antiguo y Medieval de la Universidad de Barcelona, califica de magnífico el hallazgo, que se dio a conocer hace unos días. “Todo lo que sea descubrir un nuevo conjunto es una buena noticia. Y este más por que, al estar en el otro lado de los Pirineos, es fundamental porque, aunque existen conjuntos destacados como los de la catedral de San Líser, son pocos los restos conocidos allí de pinturas de estas características”
Guardia, experta en pintura románica del Pirineo catalán, pero también en conjuntos como el de la iglesia mozárabe de San Baudelio de Berlanga, en Soria, destaca la gran calidad de las figuras de los apóstoles y las similitudes de las telas arrugadas que aparecen en estas nuevas pinturas, “un poco más vulgares, más geometrizadas y realizadas con mayor rapidez” que las de Santa Maria de Taüll. En cuanto a las figuras del zodiaco, Guardia explica que “son muy interesantes porque están acompañadas de inscripciones que vinculan las imágenes con los signos y demuestran la intención de crear un bestiario”.
Guardia considera que posiblemente no fueron las mismas manos las que pintaron estas escenas y las de Santa Maria o Sant Climent de Taüll, en el valle de Arán. “Es muy dificil conservar dos conjuntos pictóricos realizados por el mismo equipo de pintores. Sería una casualidad teniendo en cuenta que conservamos muy pocas obras”. Sin embargo, “está claro que hablan de conexión, influencias y modelos de comunicación; de intercambio y de relaciones cruzadas entre las dos zonas, que están presentes en otros ejemplos, como los de Sant Martí de la Cortinada en Andorra, sobre todo en imágenes como la del signum pesis, del signo de libra, la cara de mujer y la figura de san Pedro. Es una alegría para los que nos dedicamos a investigar este momento y este periodo del arte”, concluye.
Al parecer, en el siglo XVI o XVII las pinturas fueron mutiladas para abrir dos ventanas que daban luz al ábside, por lo que se ha perdido una superficie considerable de las pinturas —posiblemente las aberturas se llevaron un par de apóstoles más—. Tras el descubrimiento, prosiguen los trabajos en el interior del templo en busca de más pinturas. Los responsables de la DRAC han propuesto un estudio histórico y un diagnóstico completo del edificio que se alargará hasta 2013 y en el que se realizarán microsondeos para localizar posibles nuevas pinturas, por lo que han ordenado el cierre de la iglesia al público. Habrá que esperar hasta que concluyan los trabajos para poder ver estas nuevas maravillas ocultas durante siglos que ahora vuelven a ver la luz.
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