Los Presupuestos descolocan a Fabra

Las cuentas del Gobierno de Mariano Rajoy para 2013 dejan en evidencia las demandas del PP valenciano. El proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) coloca a la Comunidad Valenciana a la cola en inversión estatal, con un recorte del 35% respecto al año anterior. Solo Navarra y las islas salen peor paradas en el reparto. Un valenciano recibirá el año próximo 128 euros por habitante, 98 menos que la media española en inversiones del Estado (225,5).

Los empresarios no ocultan su enfado y ya han bautizado estos presupuestos como los de la marginación. En un escenario de crisis, los valencianos no solo se quedan sin una mejora de su financiación autonómica sino con unas inversiones del Estado muy alejadas de su peso en la economía española. La Comunidad Valenciana representa un 9,8% del PIB español y, sin embargo, en 2013 no recibirá más que el 6,1% del gasto estatal. “Es inaceptable”, sentencian.

El descalabro presupuestario ha descolocado de tal modo al Consell que ayer el presidente Alberto Fabra se vio obligado a anunciar una batería de enmiendas para reconducir el peor presupuesto en más de una década. No han pasado ni diez días desde que Fabra defendiera en las Cortes que el AVE entre Valencia y Castellón estaría listo en 2015 y la titular de Fomento de Rajoy lo ha corregido. La ministra Ana Pastor reconoció ayer que no hay fecha definitiva y que el tren de alta velocidad llegará a Castellón lo antes posible.

El presupuesto del Gobierno se convierte así en una afrenta para el presidente valenciano, sobre todo a la vista del desvío de inversión hacia los corredores de alta velocidad del norte de España, donde hay convocadas elecciones en las que el PP se juega mucho. Un ejemplo: el AVE a Galicia acumula el grueso del presupuesto de alta velocidad, con cerca de 700 millones de euros asignados.

Otro proyecto que evidencia el maltrato a los proyectos valencianos es el tercer carril ferroviario, un sucedáneo del corredor mediterráneo pensado en época de recortes para que las mercancías salgan en tren hacia el resto de Europa. La ministra Pastor se comprometió a acelerar su construcción para que estuviese acabado en 2016. Sin embargo, según el proyecto de Rajoy, el tercer hilo, con un coste global de 530 millones de euros, recibirá 110 millones de euros en 2013 pero su conclusión se retrasa hasta 2017 o 2018. La ampliación de la A-3, un eje con sobrecarga de tráfico, símbolo de las reivindicaciones de los populares, es otra de las obras que sufre un serio revés presupuestario.

Fabra pierde también en materia hídrica en un momento en que había recuperado en su discurso la reivindicación de trasvases como el del Tajo al Segura. Lo dejó claro en las jornadas que el partido celebró este septiembre en Gandia. El proyecto que el ministro Cristóbal Montoro entregó al Congreso de los Diputados el sábado apuesta por las inversiones en desaladoras. Con la estación de Torrevieja en funcionamiento, el trasvase Tajo-Segura, una patata caliente para la dirección nacional del PP porque enfrenta a sus barones regionales, la última transferencia de reivindicada por Fabra se cae.

La cultura no escapa a los recortes del Gobierno de Rajoy. El PP se ha quejado durante años de la tacañería del Gobierno del PSOE con las infraestructuras culturales valencianas frente a las de Madrid o Barcelona. El patrón se repite, sin embargo, en las cuentas del año próximo pese a estar redactadas por una Administración del PP. En Valencia se pierden los fondos para la quinta ampliación del Museo de Bellas Artes de Valencia. Los ocho millones de euros que cuesta la mejora del San Pío V se pospone hasta el 2016. Para el año próximo no se ha consignado ni un euro. La restauración de la Catedral de Valencia o la segunda fase del Museo Nacional de Cerámica pierden fondos. Otras entidades como el Palau de les Arts recibe menos transferencias que el año anterior.