Maestros al paro
El curso escolar arranca en Cataluña con 3.000 profesores menos que el año pasado, pero los sindicatos alertan de que la cifra podría aumentar
Los recortes pueden llevar la vocación del profesorado al filo de la extinción. Este colectivo, que tiene la llave de la educación y del futuro de las nuevas generaciones, se está encontrando en los últimos tiempos en un entorno lleno de dificultades. La preca-rización de sus condiciones laborales no ayuda a mantener un clima de normalidad en las aulas. Y menos aún cuando en un solo curso se eliminan de las escuelas 3.000 profesores. Las listas del paro engordan ahora con maestros que esperan alguna oportunidad durante el curso en forma de sustitución temporal, mientras otros se plantean incluso cambiar de profesión.
“Hay que acabar con este ERE encubierto”
ÁLVARO MARTÍNEZ
Arranca un curso duro para Álvaro Martínez, un profesor de lengua castellana recién incorporado, muy a su pesar, al grupo de los 1.100 interinos que se han quedado sin trabajo en Cataluña este año. “Pago un alquiler, tengo una hija y otra en camino, y mi mujer es autónoma. Con eso lo digo todo”, sentencia.
El maestro critica la falta de transparencia de las instituciones. “Es mentira que hayan logrado armonizar la falta de profesores con la calidad”, afirma contundentemente. Martínez define la reducción de plantilla de profesores como un “ERE encubierto” y augura que los recortes afectarán directamente a una correcta atención al alumnado y a la diversidad.
Ante la situación personal y profesional a la que se enfrenta, rechaza el argumento de la falta de liquidez de la Administración para aplicar los recortes. “Claro que no hay el mismo dinero, pero el presupuesto es igual que el de 2007. Lo que hay que hacer es apostar por la educación”, remacha.
Pero, ¿cómo ha sido posible llegar a esta situación? La crítica salud de las finanzas catalanas ha llevado a poner en lo alto de la lista de recortes el capítulo de personal, el que más peso tiene en los presupuestos. El ahorro en nóminas ha afectado ya a pilares como la sanidad y la educación. La Administración se ha encargado de reformar las normativas necesarias para recortar sueldos, pero también para poder despedir a trabajadores públicos. En el ámbito educativo, se ha plasmado en tres medidas básicas: el aumento de las ratios de alumnos por aula, el incremento de las horas lectivas de los profesores y la no cobertura de las ausencias de maestros hasta pasados 10 días lectivos. Esto se traduce en concentrar más trabajo en menos docentes y permite reducir la contratación de sustitutos.
En cifras, estas reformas suponen iniciar el curso con 3.000 profesores menos, entre la escuela pública y la concertada. El sindicato CC OO calcula que el impacto puede ser mayor a final de curso si se suman los sustitutos. De los 7.000 que trabajaron en algún momento durante el curso pasado, según este sindicato, la cifra se reducirá este año en unos 2.000, lo que supone el 30%. A estos hay que añadir la reducción de otros 445 profesores que se produjo el pasado año, según los datos del Ministerio de Educación. En términos globales, se puede decir que la plantilla de docentes retrocede a niveles de 2007 en un momento en que hay más alumnos que nunca. Este curso, en Cataluña hay 30.000 pupitres más y un total de 1,5 millones de alumnos.
Los profesores que mantienen su trabajo ven mancilladas sus condiciones laborales. Se les recorta la nómina, de momento, un 10%, así como los complementos salariales, y se les aumentan las horas lectivas, cosa que les quita tiempo para tutorías y para preparar las lecciones. Además, tendrán que cubrir a los compañeros que se pongan enfermos hasta que llegue el sustituto al cabo de dos semanas. Y ello teniendo que atender a más alumnos en el aula. Los ajustes también afectan al colectivo de suplentes, que cobrarán un 15% menos.
Con todo este panorama, la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, se ha mostrado en varias ocasiones exigente con el profesorado y les ha cargado con la responsabilidad de conseguir una educación de calidad, desviando así el impacto de los recortes impulsados por su Gobierno (el gasto en educación se ha reducido un 12% en dos años). Rigau ha pedido comprensión a los docentes por la situación financiera, pero ha advertido de que “pese a la restricción económica, no puede haber restricción en la ambición pedagógica”.
Los sindicatos aseguran que es inconcebible pensar que se pueda mantener la calidad en la enseñanza con 3.000 profesores menos y enfilan el curso con actitud combativa. La vuelta al colegio el pasado miércoles se hizo entre protestas en la mayor parte de los centros. Las organizaciones sindicales se guardan de momento la carta de la huelga general en el sector para más adelante, a la espera de ver si las cuentas autonómicas del próximo año vuelven a dirigir las tijeras hacia las aulas.
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