Puig quiere un informe de la Sindicatura sobre el endeudamiento real del Consell

Lo denominó un “informe especial” y explicó que se trata de aclarar “la situación de las finanzas valencianas” y de conocer exactamente los compromisos que tiene asumidos la Generalitat, una deuda que los socialistas sitúan en 50.000 millones de euros a falta de contrastarla con los datos de una auditoría en profundidad. El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, anunció ayer que hará esta propuesta ante el debate de política general en las Cortes Valencianas. Lo hizo a la puerta de la Sindicatura de Comptes, institución que visitó dentro de su ronda de contactos con los responsables de los organismos estatutarios, es decir, aquellos que se derivan de la existencia del autogobierno valenciano reconocido en el Estatuto de Autonomía.

Puig, que ha visitado ya el Consell Valencià de Cultura, la Sindicatura de Greuges y el Consell Jurídic Consultiu, defendió la actividad de estos organismos frente a la intención del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, de recortar su funcionamiento en el marco de los ajustes para hacer frente a la crisis. “La Generalitat tiene mucho que recortar en su propia Administración”, dijo el líder de los socialistas valencianos, “antes de eliminar contrapoderes de la autonomía”.

Según destacó Puig, organismos como la Sindicatura de Comptes son “útiles para fortalecer el autogobierno”, más en el caso de una institución “que controla de forma externa el gasto y el funcionamiento de la Administración”. Por eso, el informe que reclamarán los socialistas ante el debate de política general (Puig no es diputado en las Cortes Valencianas sino en el Congreso, por lo que será el portavoz parlamentario, Antonio Torres, el encargado de plantearlo) pretende que se verifique “con absoluta claridad y rigor” la situación económica de la Generalitat Valenciana. “Si no, difícilmente encontraremos soluciones”, comentó.

En línea con la posición que manifestó en el Comité Federal del PSOE del pasado fin de semana, Puig criticó a quienes postulan un recorte de las autonomías y defendió lo que denominó como “lealtad institucional” o “lealtad federal” a la hora de aplicar el principio de subsidiariedad, que establece que todo lo que pueda hacerse desde la Administración autonómica no se haga desde la Administración central. “El primer ajuste que se debe hacer empieza por la Administración general del Estado y por el Gobierno de España, así como por las instituciones dependientes de los órganos centrales”, señaló el secretario general del PSPV-PSOE. “Cuando llegó el proceso autonómico”, añadió Puig, “no se tomaron decisiones fundamentales, como la reducción de las instituciones”.

“El centralismo no es la salida”, insistió el dirigente de los socialistas valencianos, que abogó por un modelo de federalismo cooperativo para el que resulta fundamental reformar el actual sistema de financiación autonómica.