La inversión del Gobierno crece hasta junio frente a la caída del 52% de la foral
Los datos de ejecución presupuestaria confirman la contención del gasto
Las administraciones públicas vascas se están apretando el cinturón. La Estadística de Ejecución Presupuestaria del Gobierno y las tres Diputaciones hasta junio, un documento que elabora el Departamento de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, para dar a conocer de forma comparada la actividad económica y financiera de la Administración General y de las Administraciones Forales, evidencia que la contención en el gasto, obligada por una continuada merma de los ingresos, es la tónica habitual desde 2009. Pero también hay algunas diferencias.
Una de las más notables es el diferente uso de las inversiones reales. Si el Gobierno ha crecido hasta junio un 166% respecto del primer semestre de 2011 en ese capítulo, como una manera de incentivar la economía, las Diputaciones lo han frenado un 52%. Si a las inversiones reales se le suman las transferencias de capital, una suma que, en contabilidad presupuestaria, sirve para definir con más amplitud el capítulo inversor de cada administración, se ve cómo el Gobierno sigue incrementando un 5,7% sus obligaciones reconocidas frente a una caída del 20,8% de las Diputaciones.
Los entes forales han adoptado esa decisión para reducir su deuda y en consecuencia carga financiera. En las estadísticas públicas se observa ese fenómeno. Las Diputaciones están en un proceso de menor endeudamiento —merman sus pasivos financieros en el capítulo 9— y crecen las amortizaciones también en el capítulo de gastos, por encima de las del Gobierno. Para estas administraciones territoriales, en cualquier caso, se trata de un mecanismo natural y fácil de ejecutar debido a la naturaleza de sus gastos.
El Gobierno dedica sus fondos, sobre todo, a gasto social, por lo que es mucho más difícil corregirlo a la baja, al menos en el corto plazo, mientras que el de las diputaciones es principalmente inversionista. Las Diputaciones pueden recortar el capítulo seis —inversiones— y otro tipo de obras, —como ya han hecho las tres— y derivar parte de esos recursos para evitar endeudarse más y además amortizar la que tienen viva. El Ejecutivo tiene que hacer un esfuerzo de gestión mayor para ser consecuente y no traspasar las líneas rojas que se ha marcado con los gastos sociales.
Las Diputaciones forales recortan un 2,5% en el capítulo de personal
Los gastos de personal también se han frenado en general. En Lakua han subido un 1,6% respecto al 2011, pero en obligaciones reconocidas tan sólo incrementa un 0,5%, y esto pese a las nuevas incorporaciones de personal en Lanbide, y pese a que se ha completado la plantilla de la Ertzaintza.
El capítulo uno de las Diputaciones forales baja en total un 2,5%, pese a que la de Bizkaia ha subido en ese periodo un 0,6% según su página web. Las diputaciones no han asumido nuevas transferencias, como es el caso del Gobierno, y ya están aplicando medidas de contención salarial que, en algunos casos, vienen marcadas por la legislación básica estatal.
Los gastos de funcionamiento caen un 2,5% en el Gobierno y en el caso de las Diputaciones el descenso es de un 1,7%, mientras que en los gastos financieros, la subida es porcentualmente mayor en el caso de las diputaciones aunque en cifras absolutas el Gobierno esté muy por encima. Los gastos financieros de las Diputaciones han crecido desde el 8,9% del presupuesto hasta un 20,3% de las obligaciones reconocidas. En el Gobierno el aumento ha sido mucho menor pero parte de otro nivel. Pasan del 57,4% en obligaciones reconocidas al 59,9%.
En cuanto al ahorro bruto, la administración general del Gobierno vasco ha conseguido mantenerlo en positivo. El Ejecutivo de Lakua ha mejorado su ahorro bruto en un 3,4% con respecto al segundo trimestre del 2011. Las Diputaciones forales, por su parte, tienen ahorro negativo, y ha caído en un 25,2%.
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