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Gipuzkoa acepta socorrer a Mutriku por su “excesivo endeudamiento”

La Diputación abre un procedimiento similar con otro municipio de menos de 1.000 habitantes

Mikel Ormazabal

La Diputación de Gipuzkoa atribuye a los “excesos” realizados en inversiones, costeadas con cargo a un endeudamiento desmedido, la causa principal que ha obligado al Ayuntamiento de Mutriku a pedir auxilio a la institución foral para “sanear” su delicada situación financiera. Como adelantó ayer este diario, Mutriku necesita la intervención de la Diputación para que el consistorio pueda contratar un crédito de 450.000 euros con el que reestructurar su elevada deuda. El alcalde de Mutriku, Joseba Palenzuela, de Bildu, aseguró que no se trata de un rescate en su sentido estricto, aunque admitió que la situación económica es “grave”.

La Diputación guipuzcoana aseguró que otro municipio, de menos de 1.000 habitantes, se halla en el mismo trance que Mutriku y también va a requerir de un procedimiento similar para hacer frente a su deuda. Fuentes forales no quisieron desvelar la identidad de este Ayuntamiento. En Álava también se han dado al menos tres casos semejantes: Salvatierra, Laguardia y Valle de Arana han recurrido a la Diputación de esta provincia para reparar sus deudas.

En el caso de Mutriku, la Diputación ha dado el visto bueno a un plan de viabilidad presupuestaria y financiera —debe ser ratificado por las Juntas Generales— que permitirá al Ayuntamiento solicitar un préstamo bancario y endeudarse por encima de lo que marcan las normas forales, además de someterse a un paquete de medidas de ajuste económico hasta el año 2022. Dicho plan, del que deberá dar cuenta a la Diputación cada seis meses, ha sido elaborado conjuntamente por las dos instituciones.

La Diputación no nos dará dinero directamente”, aclara el alcalde

No es la primera vez que se llega a esta situación en Gipuzkoa. El Departamento de Hacienda recordó que Irura tuvo que recurrir a esta fórmula de emergencia en 1996 y que Zumarraga lo tuvo que hacer en los años 1994 y 1996.

Mutriku se ha visto abocado a iniciar este procedimiento de asistencia foral por “el endeudamiento acumulado los últimos años” —la alcaldía estuvo en manos del PNV hasta 2011— hasta superar el límite permitido para solicitar otro crédito por su cuenta. Según la documentación de la Hacienda foral, la deuda viva de Mutriku es de 5,2 millones de euros, tiene un remanente de tesorería negativo de 206.068 euros y el nivel de deuda se eleva al 118,8%. De tal modo que Mutriku estaba obligado a recibir el visto bueno de la Diputación y las Juntas para solicitar un nuevo préstamo. Mutriku asume el compromiso de ajustar sus cuentas —aumentar los ingresos por tasas e impuestos, congelar los gastos de personal y reducir las inversiones—, como recoje el citado plan. “La Diputación no nos va a dar dinero directamente”, quiso aclarar el regidor. Palenzuela explicó que la aprobación del plan de viabilidad permitirá rebajar la deuda en 2,5 millones en los próximos cuatro años.

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Irura y Zumarraga se acogieron a este plan de emergencia en 1994 y 1996

A su juicio, la gravedad económico-financiera de Mutriku se remonta “varios años atrás” y es la consecuencia de dos razones: la gestión municipal llevada a cabo por sus antecesores y el desigual reparto de los recursos económicos en el territorio. Palenzuela se queja de que Mutriku “se ha quedado fuera” en el reparto de industrialdeas para generar actividad económica. Del mismo modo, no encuentra justo que municipios con una población parecida reciban un millón de euros más del fondo foral.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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