Valdecarros reconsidera su futuro sin Eurovegas

“El escenario es probablemente positivo para los intereses de la región”, ha señalado esta mañana, cauteloso pero sonriente, el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva (Partido Popular), que ha evitado aventurar si, como señalan todas las fuentes consultadas por este diario, el complejo de ocio y casinos bautizado informalmente como Eurovegas se construirá finalmente en Alcorcón.

La capital competía con este municipio para atraer a los inversores estadounidenses, para lo que ofrecía una finca en el barrio en desarrollo de Valdecarros. La otra opción con posibilidades era Barcelona, aunque el presidente catalán, Artur Mas (CiU), ha admitido hoy que el proyecto del magnate Sheldon Adelson recalará con toda probabilidad en la Comunidad de Madrid.

El vicealcalde de la capital ha adelantado que la empresa estadounidense, Las Vegas Sands, “confirmará” su elección “en breves días” o incluso “a lo largo de esta semana”. Hasta ahora, su portavoz en España ha negado conocer si ya se ha tomado la decisión, y sólo ha dicho que “probablemente” se anunciará este mes.

Preguntado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno local, Villanueva ha reconocido que, en caso de que Valdecarros pierda esta batalla, el desarrollo de este barrio (paralizado por el estallido de la burbuja inmobiliaria) tendrá que ser “reconsiderado” y “redimensionado”.

Valdecarros echó a andar en 2006 como el proyecto de nuevo barrio más ambicioso de España: 51.000 viviendas, un 55% a un precio tasado inferior al del mercado, y una población estimada similar a la de ciudades como Salamanca, con más de 150.000 habitantes. Sin embargo, la crisis económica y el estallido de la burbuja inmobiliario ha mantenido el proyecto en un estado embrionario hasta la fecha.

Miguel Ángel Villanueva ha señalado hoy: “Está claro que la configuración de Valdecarros no puede ser la misma que hace cinco años, con la crisis económica sin precedentes y la caída en el precio de la vivienda. Probablemente ése y otros proyectos haya que reconfigurarlos, atendiendo a los intereses de los propietarios [el Ayuntamiento posee el 17% del suelo, y otro tanto mantiene la Comunidad] y al interés de la ciudad. Es una excelente oportunidad para poder redimensionar un proyecto que cinco años después evidentemente necesitaba ser reconsiderado”.

El Ayuntamiento de Madrid, tanto con el ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), como alcalde como con Ana Botella (PP), que ocupó su puesto en diciembre, se ha mostrado colaborador pero poco entusiasta con el proyecto de Eurovegas, en el que nunca pareció creer del todo tanto por el modelo de desarrollo que propone para la ciudad (pese a que la Comunidad insiste en que sólo el 3% del terreno se dedicaría a casinos, el juego sería evidentemente el motor económico y el alma de Eurovegas) como por las exigencias fiscales de Adelson.

Pese a que el magnate ha relajado durante las negociaciones muchas de sus peticiones iniciales, en verano aún mantenía un requisito espinoso: una bonificación de entre el 80% y el 90% de todos los impuestos municipales. Eso, unido a la sospecha de que podría gestarse un pelotazo urbanístico (la empresa sólo necesita el 30% de los terrenos que va a comprar para Eurovegas, y pretende librarse también del impuesto que debería pagar en caso de vender el resto), hace mucho más sencillo para la capital que el proyecto se instale en un municipio limítrofe. Así se beneficiaría de todas las ventajas en cuanto a impulso económico y creación de empleo, sin tener que tragar el sapo de conceder a Adelson unas ventajas con las que no cuentan la mayoría de empresarios españoles.