Un presupuesto de baja intensidad

Que el Consell solo haya ejecutado el 0,42% de los 12,5 millones presupuestados para el fomento de la actividad deportiva puede ser poco representativo. Lo es más el hecho de que apenas haya ejecutado el 5,83% de los 215,6 millones correspondientes a formación y cualificación profesional o el 1,35% de los 44,3 millones de euros consignados para la ordenación y promoción del turismo.

Tras haberse hecho pública la alarmante situación de las cuentas autonómicas del año pasado, con un importante aumento de la deuda y un grave deterioro del margen de maniobra, panorama que refleja los apuros económicos de una Administración que ha tenido que acogerse a los mecanismos de rescate, el diputado socialista Julián López Milla ha repasado el estado de ejecución del Presupuesto de la Generalitat de este año a partir de los datos del propio Consell a 30 de junio. La evolución de la primera mitad del año revela, según el diputado, una baja ejecución muy acentuada en áreas sensibles de la política autonómica que, además, deja en muchos casos pendientes de pago las cantidades reconocidas.

“La Generalitat no le da dinero al Servef”, denuncia López Milla

Así, de los 826,5 millones previstos para las universidades y los estudios superiores, que representan el 6% de todo el presupuesto de la Generalitat, el Consell había reconocido a 30 de junio 431 millones (el 52,15%), pero tenía pendiente de pago el 72,79% de esa cantidad. La política industrial, a la que deberían dedicarse 108 millones, tenía un grado de ejecución del 47,5%, pero un 90,47% de ese gasto está pendiente de pago. De la partida dedicada al Servef (servicio valenciano de empleo), había ejecutado el 49,69% de los 71,3 millones previstos, aunque está pendiente de pago el 99%.

“La Generalitat no le da dinero al Servef. Lo tiene todo por pagar”, comenta López Milla, quien apunta que el organismo dispone de otros ingresos y que estaba “sobrepresupuestado” en cuentas anteriores, pero añade que resulta sintomática su situación en plena crisis y con los dramáticos niveles de desempleo existentes. Sobre la ejecución de sólo un 5,83% del programa de formación y cualificación profesional, añade: “Sospechosamente, ni ellos mismos confían en su política de formación y cualificación”.

El cumplimiento del dinero para la agricultura es especialmente bajo

El turismo, un sector al que se supone que el Ejecutivo que preside Alberto Fabra, pretende dar un impulso, con una bajísima ejecución (un 1,3% en ordenación y promoción y un 5,65% en turismo interior), y el comercio exterior, que cuenta en los presupuestos con 17,3 millones de euros, de los que se habían ejecutado un 23,7% a medio ejercicio, con un 79,71% pendiente de pago, sirven de ejemplos al parlamentario socialista para apuntar a la parálisis de la política del Consell en áreas clave. “¿Cómo van a salir al exterior las empresas valencianas?”, se pregunta, tras apuntar que ya no es una cantidad excesiva la que se destina a ese objetivo y que encima es muy baja la ejecución de ese presupuesto.

El nivel de cumplimiento de los presupuestos destinados a la agricultura y la ganadería es especialmente bajo (fomento y garantía agraria, con el 36,04%, es el más alto mientras que el desarrollo del medio rural queda el más bajo, con un 10,99% de ejecución). De los 5,9 millones destinados a la promoción y uso del valenciano, se ha ejecutado el 31,4% (lo que representa 1,8 millones). Por otra parte, en un año de incendios forestales muy graves, la partida de emergencias, protección civil y extinción de incendios, de 83 millones de euros, estaba a 31 de junio ejecutada al 44,84% y tenía pendiente el pago del 92,69%. Eso quiere decir que las empresas que prestan servicios en la extinción no habían cobrado a la puerta de la campaña estival.

“Todo esto quiere decir que hay programas presupuestarios paralizados”, señala Julián López Milla a modo de resumen. “Y cuando se ejecutan, lo que hacen es generar una deuda”.