El Gobierno no hará la auditoría que exije Urkullu y le afea su desconfianza

La exigencia del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, al Gobierno vasco de una “auditoría independiente” que escrute las cuentas del mandato socialista no será atendida. El Ejecutivo lo considera algo “inaudito”, en palabras ayer de su portavoz, Idoia Mendia. “Dice muy poco en favor de Urkullu”, indicó. “Me parece muy grave que alguien que aspira a ser lehendakari, dude de las instituciones de este país”.

El Gobierno entiende como “muy grave” que el candidato del PNV ponga en duda, aunque sea por extensión, hasta “al Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, que al final es quien audita a las Administraciones y quien debe hacerlo, si creemos en lo público”, defendió Mendia. En todo caso, el Ejecutivo no tiene inconveniente en que el PNV audite las cuentas cuanto quiera, pero pagando de su bolsillo: “Que lo paguen ellos, no con recursos públicos”, retó.

Mendia, que ayer participó en el primer consejo en su calidad de número dos del Gobierno como consejera de Interior, Justicia y Administración Pública, contextualizó esa nueva andanada del PNV en una estrategia de siembra de desconfianza en la rectitud del Ejecutivo desde que no está bajo su control. Y aunque tanto esta cuestión como las dudas sobre la limpieza del 21-O, las haya suscitado el PNV en el contexto de la precampaña electoral, en el que los políticos se permiten intercambios de trazo más grueso, el Gobierno no está dispuesto a pasarlas por alto, porque considera que atañen y debilitan las bases mismas de la ya muy disminuida confianza ciudadana en la política.

“Dice poco en favor de quien quiere ser ‘lehendakari’ dudar de las instituciones”

Hacer dudar de la correcta administración del dinero proveniente de los impuestos en una época económicamente tan dura para la sociedad, o de la imparcialidad de la administración en el proceso electoral cuando se está a punto de pedir a los ciudadanos que depositen su voto en las urnas, excede lo tolerable, incluso en una campaña, cree el Gobierno.

“Es lamentable y peligroso que un partido como el PNV, que empezó la legislatura hablando de golpe institucional, la quiera terminar poniendo en duda la limpieza de unas elecciones autonómicas”, aseveró. Mendia lamentó que no se haya oído aún una rectificación.

El Gobierno cree que el PNV rebasa lo admisible, incluso en una campaña

Frente a lo que tachó de “insidias del PNV”, Mendia recordó que el PSE-EE no hizo ninguna auditoría externa a las cuentas que heredó del anterior Gobierno, ni jamás ha socavado la confianza ciudadana en la limpieza de los procesos electorales, siempre, menos en esta ocasión, bajo el control de consejeros de Interior del PNV.

El Gobierno sigue exigiendo al candidato Urkullu que rectifique oficialmente, porque de otro modo entiende que se está dejando la puerta abierta a poder cuestionar los resultados del 21-O si no son los que le gustaría obtener. Mendia se refirió justamente a esos comicios como “uno de los retos más importantes” en su nueva responsabilidad al frente de Interior. La administración electoral adscrita a ese departamento actuará “con plena imparcialidad y profesionalidad”, rebatió al PNV.

Respecto de las sospechas sobre las cuentas, Mendia fue igualmente tajante. “Desde luego, este Gobierno no hizo ninguna auditoría externa a ningún gobierno anterior. Y si algo nos caracteriza es que hemos confiado totalmente en los trabajadores públicos de la casa, independientemente de sus ideas o incluso de su paso por gobiernos anteriores”, añadió, en referencia a altos funcionarios que ocuparon cargos políticos y ahora desempeñan en sus plazas cometidos relacionados con el control del gasto. Esa es la situación, explicó, de “muchas de las personas que ahora tienen responsabilidades en Intervención, en la Oficina de Control Económico y Normativo o en la Contabilidad del Gobierno” y sobre la información que se envía al Parlamento o con la que trabaja el Tribunal del Cuentas.

Mendia subrayó que “el tiempo pone a cada uno en su sitio” y recordó el vaticinio de quiebra que Urkullu hizo en febrero. Ni se produjo, ni las dudas que el PNV ha seguido expandiendo han impedido que el Gobierno goce “de amplia confianza”, como pondrían de manifiesto “las agencias de rating extranjeras” o la reciente concesión por el Banco Europeo de Inversiones de un préstamo, que solo otorga “porque confía en la solvencia” vasca “y sabe que somos un país con unas cuentas saneadas”.